marketing para pymes

Tips sobre marketing para pymes

El marketing está disponible para todos; grandes, medianos, pequeños. ¡El tamaño no importa! ¿Quién no ha escuchado esta frase? Pues bien, en ella se encierra mucha verdad. En el mundo del mercado siempre existirá el Goliat y el David. Las grandes empresas con una larga trayectoria y robusto posicionamiento, y otras medianas o pequeñas que se abren paso en su especialidad. Incluso, las empresas incipientes y aquellas que se preparan para empezar, también forman parte de ese enorme mercado de opciones. Independientemente de eso, lo que realmente contribuye al desarrollo es cuán eficiente se es en nuestra esfera de actuación. El tamaño pudiera influir, pero definitivamente no determina.

Una buena campaña de marketing puede ser elaborada e implementada tanto por empresas grandes como pequeñas. El éxito está grandemente influenciado por cuán bien sean integrados los objetivos propuestos con las acciones a implementar para lograrlos. Por esta razón, dominar el marketing y sus estrategias proveerá a cualquier empresa de una buena herramienta que contribuirá a su posicionamiento en el mercado. En base a esto, les ofrecemos algunos tips a tener presente cuando se quiera realizar el marketing para pymes.

Define objetivos reales

Muchas veces se quiere que nuestro negocio avance rápido y obtener con urgencia lo que se desea. En ese sentido, se trazan objetivos que no están acorde, y en muchas ocasiones ni siquiera cerca de las capacidades reales de la empresa. Por eso, los objetivos deben trazarse basados en un análisis previo de las condiciones que se poseen; tanto la propia empresa como el mercado.

Si bien se quiere llegar lejos con nuestro negocio, es necesario primero realizar algunas cosas. Lograr alcanzar una meta grande requiere antes haber alcanzado progresivamente metas intermedias más pequeñas. Por ello, sin perder de vista la meta final, hay que ir trazando objetivos cuyos logros nos vaya acercando a ese punto donde queremos llegar. En ese sentido los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y definidos en el tiempo (SMART, por sus siglas en inglés). Así nos aseguraremos de que estén en correspondencia con el nivel que posee la empresa y las perspectivas reales de desarrollo.

Define tu público objetivo

Pretender cumplir con las expectativas de todos es imposible, por ello, la segmentación del mercado es lo más recomendable. Se debe identificar aquel público que se desea conquistar y trabajar para él. En ese sentido habrá que estudiarlo; sus gustos, preferencias, plataformas en las que se mueve, habrá que ir a buscarlo ahí. Construir un perfil del que deseamos sea nuestro cliente estrella nos ayudará tanto a identificarlo como a brindarle lo que busca justo a su medida. Trabajar sobre eso contribuirá también a ganarse al cliente y lograr su fidelización.

Incluso si nuestro deseo es conquistar también a más de un público se puede hacer, pero las estrategias empleadas con cada uno deben estar acordes. En otras palabras, a cada grupo hay que hablarle en el idioma que entiende. No se puede pretender generalizar a todos algo que fue efectivo para uno, pues todos no coinciden en intereses, preferencias, asimilación del modo de acercamiento, etc. De esta manera, llegar al cliente por el canal y la forma que prefiere garantizará, por lo menos, la recepción del mensaje. Ya esto es un comienzo en favor de una relación futura con el potencial cliente.

Define la estrategia adecuada

Las estrategias con las que cuenta el marketing para pymes son muy diversas. Algunas muestran mayor eficacia en determinados escenarios, mientras que otras son más efectivas en espacios diferentes. No obstante, todas están basadas tanto en los objetivos que persigue la empresa como en las posibilidades con las que cuenta la misma. Identificar aquellas que se ajustan a las necesidades de nuestra empresa se torna fundamental; igualmente, la identificación de los canales ideales para su implementación. Se pueden llevar a cabo estrategias simultáneas, pero siempre hay que prestarle la atención y la dedicación necesarias a cada una.

Estudia el mercado y a tu competencia

El mercado está siempre llego de ofertas diversas. Su comportamiento es muy cambiante y a un ritmo bastante notorio. Es raro encontrarse en un entorno donde seamos los únicos que aportan determinado producto o servicio. Lo más natural es estar rodeado de otras empresas ofreciendo productos o servicios similares. En este sentido, siempre es bueno estudiar aquellos negocios afines, sobre todo los que realmente pudieran identificarse como una competencia importante. Así, serás capaz de detectar oportunidades que puedan aprovecharse, al igual que amenazas que deben evitarse. Estar preparados para adaptarse a las situaciones que se presenten será siempre una ventaja a tu favor.

Establece lo que te diferencia

Por muy similar que sea tu producto o servicio con el de otros negocios, debes ser capaz de establecer un valor que diferencie tu propuesta. Será necesario hallar una razón por la cual los clientes te podrán preferir a ti por encima de las otras tentadoras ofertas del mercado. No siempre el precio o las promociones son las que logran mantener un cliente. En ocasiones las ganancias intangibles que se lleva el cliente son las que lo atraen y logran fidelizarlo. A veces una simple experiencia de usuario positiva y única puede ser muy efectiva en este sentido.

Preocúpate por la imagen de tu negocio

La imagen de un negocio o empresa es todo aquello por lo cual dicho negocio o empresa es reconocido, tanto en el mercado como por los clientes. El nombre, la marca comercial, el logo que lo identifique, alguna frase clave, entre otros, son algunos de los elementos que hacen referencia a la imagen corporativa. Los mismos intervienen en la manera en que el negocio o la empresa se presenta ante el público por todas las vías disponibles (también conocido como branding). Esto facilita que, independientemente del canal donde se encuentre o por el que se acceda, será siempre reconocible.

En este sentido, una imagen descuidada resultará como mínimo ignorada por el público, y así no será posible atraer ningún cliente. Recordemos que una imagen dice mal que mil palabras; tal como te presentes, así te tratará el mercado y tus clientes. Por eso, trabaja por una imagen sólida, dala a conocer, cuídala, poténciala; dedícale sin reparos el tiempo necesario.

Aprovecha las ventajas del marketing digital

El marketing digital ofrece sin dudas muchas herramientas que resultan ventajosas para cualquier negocio. En una era donde la digitalización es vanguardia, no nos podemos permitir ignorarlo. Así, el trabajo en las plataformas digitales se torna ineludiblemente necesario.

Poseer una página web es fundamental, sin embargo, esta debe estar a la altura. En otras palabras, debes velar por tener una web de alto rendimiento. Los clientes que visiten tu página deben llevarse una experiencia de usuario agradable y para eso la web debe ser muy amigable e intuitiva. En última instancia, quien se toma el tiempo para visitar tu página posee algún interés en ella; o incluso simplemente algo pudo haberle llamado la atención y fue a explorarlo. Si la página está optimizada esa simple curiosidad puede transformarlo en un cliente real. Igualmente, su diseño necesita ser responsive, o sea, sensible o adaptable a cualquier dispositivo desde el que se acceda, ya sea computadora, móvil, table, etc.

Por otra parte, el flujo de información y clics en la página debe estimular y conducir al visitante hacia el acto que esperamos: la compra o contratación del servicio. En caso de no llegar tan lejos, al menos conseguir engancharlos o “enamorarlos”. Si esto se logra, el cliente tal vez se sentirá motivado a dejar algún dato personal (como el correo, por ejemplo) para así mantener el contacto. Esto es muy bueno, pues dicha persona se convierte entonces en un potencial cliente con el cual se puede trabajar más personalizadamente. En términos de marketing para pymes, esta persona se convierte en un lead, que son aquellos clientes potenciales que están más cerca de convertirse en clientes reales.

De manera general, un hecho como este se ve favorecido con la existencia de una adecuada optimización de conversión (CRO, del inglés Conversion Rate Optimization). El CRO posee una serie de técnicas que posibilita mejorar la usabilidad del sitio, con lo cual se estimula la conversión de las visitas a la página en compra o contratación. Igualmente, contiene herramientas que permiten el análisis, tanto interno como externo, de los factores que influyen en dicho proceso de conversión. Atender este elemento en muy importante, porque un alto tráfico en la página no asegura la compra de tu producto o la contratación de tu servicio.

Otro aspecto importante también a trabajar es el posicionamiento. Tanto el SEO como el SEM deben estar presentes en tu estrategia digital, buscando así aumentar el tráfico deseado hacia tu página. La publicación de contenido de valor por medio del marketing de contenidos favorece este posicionamiento. Así, se va consiguiendo una mayor visibilidad para tu marca que va robusteciendo tu presencia en el mercado.

Monitorea contantemente tu trabajo

Por muy buena y efectiva que pueda considerarse una estrategia, los efectos de su implementación serán el timón que regule la dirección. Analizar cada paso dado permitirá identificar las dificultades generadas y en consecuencia corregir la estrategia. Existen herramientas que sirven para analizar y evaluar las ejecuciones, y en el ámbito digital esto se torna mucho más sencillo y con mayor sincronización en el tiempo. Así, se podrá avanzar poco a poco perfeccionando lo elaborado sobre la base de la experiencia concreta de su implementación.

Valora la realización de promoción

La promoción nunca está demás. Internet ofrece variadas maneras de realizar esto. Algunas opciones que se pueden valorar son, por ejemplo, los anuncios publicitarios en redes sociales o Social Ads; los banners o publicidad digital; el email marketing; la publicidad en aplicaciones móviles; el propio marketing de contenido o branded content, que también contribuye en la promoción y educación del público respecto a nuestra área de actuación; entre muchas otras.

Presta atención a la retroalimentación de tu audiencia y conquista a tus clientes

Tan importante es tu producto o servicio como la opinión de tus clientes sobre el mismo. Desentenderte de eso solo te aleja de las posibilidades de mayores conquistas. Así que escucha a tu audiencia y recibe los comentarios como críticas constructivas para mejorar.

Igualmente, trata de conectar con tus clientes y genera empatía. Trabaja para fidelizarlos y crea una relación estrecha con ellos. Teniendo en cuenta sus intereses y preferencias, podrás brindarles un trato personalizado y fortalecer la relación.

Establece un presupuesto para tus acciones

La definición de las acciones de marketing a realizar no puede ser proyectada sin tener en cuenta el presupuesto y los recursos que se poseen. Este elemento es muy importante pues es en última instancia el que determina cuán viable son determinadas acciones. Si bien el marketing digital es muy ahorrativo, también tiene sus costos y hay que contar con ellos para implementarlo. Un ejemplo simple, crear contenidos de valor lleva su tiempo, y si tú no cuentas con él deberás encontrar otras vías. Una alternativa puede ser contratar a otra persona para que realice ese trabajo, y ya eso implicará un gasto. Otro ejemplo es la propia publicidad en línea. Si bien son bastante efectivas para darte a conocer, muchas de ellas son pagadas. Así que deberás organizarte bien y conjuntamente tener en cuenta los recursos y presupuesto disponibles.