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Una vez que decidimos emigrar, comenzamos a vivir una vida diferente en muchos sentidos. Desde acostumbrarnos a un nuevo entorno, hasta adaptarse a un sistema de relaciones y cultura diferentes. Dentro de estos nuevos aprendizajes, también debemos ir pensando en lo que vamos a querer para nuestra vida cuando nos jubilemos. Aunque planificar nuestra jubilación no suele ser una de las primeras tareas en nuestra lista de prioridades inmediatas, es un elemento vital para una vida futura tranquila y segura. Planificar tu jubilación como emigrante puede presentar desafíos adicionales, ya que vivir lejos de tu país crea incertidumbre para nuestro futuro lejano, cuando las fuerzas merman y ya no somos tan ágiles para trabajar.
Por eso, es fundamental reflexionar sobre nuestras opciones y preparar un plan que nos permita disfrutar de esta etapa de la vida sin preocupaciones. Pensar en ello con tiempo y planificarse en consecuencia es una decisión muy sabia. Pero, ¿qué hacer?
Tabla de contenidos
¿Cómo planificar tu jubilación si eres emigrante?
Pues bien, planificar tu jubilación cuando eres emigrante no es imposible. Si adoptas un enfoque proactivo y te informas adecuadamente podrás realizar una planificación que te ayude a llegar a la jubilación bien preparado. Y para ello te traemos una guía de aspectos que debes considerar para planificarte con este objetivo.
Conoce y entiende sobre:
Las leyes y regulaciones locales sobre la jubilación
Este vendría siendo el paso primerísimo. No puedes prepararte para algo que no conoces. Así que comienza estudiando las leyes de tu país de residencia para conocer los requerimientos que impone en torno a la jubilación y el sistema de pensiones locales. Por ejemplo, necesitas saber cuál es la edad mínima para jubilarse, si exigen determinada cantidad de años de trabajo acumulados, etc. Por supuesto, deberás indagar cómo se aplican estas especificaciones para emigrantes, porque pueden tener ajustes puntuales. Asimismo, podrás conocer cuáles son los beneficios que podrías recibir al jubilarte. De esta manera, tendrás una idea clara sobre lo que te espera y lo que necesitas hacer para poder recibirlo.
Los impuestos
Así como investigas y aprendes sobre las leyes que estipulan los temas relacionados con la jubilación en el nuevo país, deberás también hacerlo con los impuestos. Recuerda que por los ingresos que recibas durante tu vida laboral deberás pagar impuestos y necesitas saber cuánto y de qué manera. Asimismo, necesitas saber cómo se gravan los ahorros para la jubilación. Por si fuera poco, deberás considerar la posibilidad de la doble tributación. O sea, que los dos países (tu país de origen y el de destino actual) te cobren impuestos sobre los mismos ingresos. Para ello, deberás investigar si existe algún tipo de tratado de doble tributación entre ambos países que te ayude a evitar o reducir esto. De haberlo, será muy beneficioso para conservar más de tus ingresos para la jubilación.
Los beneficios de la seguridad social
Deberás indagar también si eres elegible para recibir los beneficios de la seguridad social en tu nuevo país. Incluso, puedes averiguar si también puedes aplicar por esto en tu país de origen. Si has trabajado y contribuido a la seguridad social en ambos lugares, esto puede ser relevante para ti. Por si fuera poco, podrías averiguar sobre la posible existencia de un acuerdo bilateral entre ambos países sobre este tema. Así, podrías explorar la posibilidad de combinar tus periodos de cotización o recibir beneficios de ambos sistemas.
El cuidado de la salud
Para las personas mayores el costo de la salud suele ser una preocupación importante. Para los emigrados no es una excepción, por tanto, te convendría indagar cómo funcionará el seguro de salud durante tu jubilación. Así no te toma desprevenido si tienes que pagar grandes sumas o si, por el contrario, tienes la opción de atención médica gratuita. En cualquier caso, deberás saber si eres elegible para la atención medica en el nuevo país o si necesitarás seguro de salud privado.
Evalúa tu situación financiera
Una vez que ya sabes los requerimientos legales y básicos respecto a la jubilación, realiza una revisión de tu situación financiera actual. Para ello evalúa tus ingresos, considerando todas sus fuentes, ya sea por salario, inversiones u otros ingresos pasivos. También valora tus gastos mensuales y anuales con vistas a identificar cuánto puedes ahorrar para cuando llegue tu momento de descansar. No olvides revisar tus deudas y cuánto inciden en tu capacidad de ahorro.
Crea un plan de ahorro
Esto significa ahorrar de manera regular para ir contribuyendo a tu fondo de jubilación. Para esto, puedes pensar abrirte una cuenta de ahorro para la jubilación, siempre que tu nuevo país de residencia lo permita; sobre todo si poseen ventajas fiscales. De manera general, este tipo de cuentas son beneficiosas ya que permiten ahorrar para la jubilación de forma eficiente en términos fiscales. Esto implica que podrías percibir un descuesto en términos de impuestos sobre tus contribuciones o sobre los intereses que se acumulan. Para estar claros sobre todo esto, indaga si hay algún tipo de restricción sobre quiénes pueden abrir estas cuentas y cómo se gestionan. Asimismo, puedes valorar también realizar inversiones diversas para maximizar sus rendimientos a largo plazo.
Diversifica las divisas de tus ahorros
Así sea que pienses jubilarte en el país donde estas residiendo o tal vez estés pensando en mudarte hacia otro, lo más recomendable es ahorrar en varias divisas. Esta medida te protege contra las fluctuaciones del tipo de cambio que pueden tener efecto sobre tus ahorros en el tiempo. Asimismo, puedes indagar con asesores sobre cómo protegerte de la inflación o la devaluación de la moneda.
Establece tu horizonte temporal
Esto significa tener algo de claridad respecto a cuando planeas jubilarte. Aunque te parezca algo loco, esto es vital porque así sabrás el tiempo que tienes para reunir lo que necesitas para vivir tu jubilación en paz. Con todo, también te ayudará a calcular cuánto debes ahorrar en cada periodo de tiempo para lograr reunir lo que necesitarás; también te permitirá tomar decisiones respecto a los tipos de inversiones que serán más apropiados para ti.
Establece tus objetivos de jubilación
Piensa en lo que te gustaría hacer durante ese nuevo periodo de tu vida. Evalúa dónde te gustaría vivirlo y qué actividades desearías realizar. Todo esto te permitirá ir calculando lo que necesitarás y planificar mejor tu jubilación como emigrante. Asimismo, valora si vas a querer permanecer en el país hacia donde te has trasladado o si piensas repatriarte a tu país de origen. En este último caso, recuerda que la repatriación tiene sus costos asociados, que pueden incluir el traslado de bienes, costos legales y ajustes de tu situación fiscal. Si tienes en mente esto, es importante que contemples los gastos en los que incurrirás para que desde ya vayas acumulando ese capital.
Busca asesoramiento profesional
Aunque te pueda parecer algo que no necesitas, nunca está de más escuchar a los que más saben. Los asesores financieros están para eso y te pueden ayudar a establecer una planificación mucho más ajustada a tus características particulares.
La jubilación siempre nos suena algo distante, pero perfectamente puede pasar que toca a tu puerta y estás completamente desprevenido. ¡Y eso no puede suceder! Así que desde ya comienza a tomar acciones para prepararte para esa etapa de la vida que se viene, implacable, sobre todos nosotros. Permitamos que nuestro “yo” del futuro, probablemente cansado, pueda disfrutar con tranquilidad los años que están por venir.
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