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El Día Mundial del Arte es una fecha que celebra la creatividad, la expresión y el valor del arte en nuestras vidas. En este contexto, hay emprendimientos sociales que combinan el poder del arte con un enfoque socialmente responsable, generando un impacto positivo en la sociedad. En este artículo, exploraremos un emprendimiento social que utiliza el arte como una herramienta para el cambio social, promoviendo la inclusión y la concientización comunitaria.
Hablamos de ArteCorte, una iniciativa ha transformado la vida de las personas y ha generado un impacto significativo en la comunidad a través del poder de la educación y arte, en su expresión de barbería y estilismo, como motor de cambio social. En TropiPay tuvimos el inmenso placer de entrevistar a Adriana Ricardo, líder de ArteCorte. Con ella hablamos del proyecto, sus desafíos, alianzas y futuro. Así como el impacto generado y consejos para emprendedores. Sin más los dejamos con Adriana.
TropiPay: ¿Quién es Adriana? Es el momento de tu presentación vital.
Adriana Ricardo: Hola, mi nombre es Adriana. Soy socióloga de la Bicicleta, y tengo el inmenso honor de liderar ArteCorte.
TropiPay: ¿Qué te motivó a emprender?
Adriana Ricardo: Creo que esto es algo que nunca he dicho anteriormente, pero yo a los 9 años sabía que quería hacer, a qué me iba a dedicar y tenía que ver, estaba relacionado con el tema de la gestión y organizar actividades donde pudieran involucrarse muchísimas áreas de la vida cultural. Y “ArteCorte” me da esa oportunidad. Como socióloga, de la especialidad de sociología de la educación, puedo ver la evolución de nuestros programas y de cómo los estudiantes, los profesores, nuestros colaboradores, tienen sentido de pertenencia con el proyecto y pueden transformar en la medida en que colaboren y participen en el proyecto, puedan transformar también su vida y puedan transformar también el proyecto.
Y yo personalmente me nutro mucho de las personas con las que interactúo porque ArteCorte es justamente ese espacio donde uno, no es considerado un trabajo, es considerado algo que nos gusta hacer, una motivación por la cual levantarse todos los días, que siento que me aporta mucho en mi crecimiento personal, espiritual, psicológico y yo creo que eso es importante. Para mí realmente, a través de mi trayectoria profesional, ha sido un lujo, incluso antes, poder estar en lugares donde algo que yo imagino en mi cabeza, alguna idea que de tanto me viene la puedo realizar.
El trabajo es donde pasamos muchísimo tiempo, durante muchos años y que mejor haciendo lo que nos gusta.
TropiPay: Entonces es hora de presentar tu negocio: ¿Qué es ArteCorte?
Adriana Ricardo: ArteCorte es un proyecto comunitario, fundado en 1999 por Gilberto Valladares, “Papito” como todo el mundo lo conoce, con la intención de promover y dignificar los oficios de la barbería y la peluquería. Desde el año 2010 tenemos una escuela comunitaria donde formamos gratuitamente a jóvenes de la comunidad en el oficio del estilismo y de la barbería.
TropiPay: ¿Cuál es la misión principal de su empresa y cómo se alinea con sus valores personales?
Adriana Ricardo: ArteCorte como proyecto comunitario se enfoca en la inversión social. Esto quiere decir que nuestras actividades económicas y la estructura, la dinámica en que funciona nuestro trabajo está pensado en el desarrollo de la comunidad y en ofrecer un bienestar social. Ya sea a través de generar empleo, generar capacidades formativas en nuestros estudiantes, en nuestros profesores y también por supuesto generar una serie de servicios culturales que necesita la comunidad.
Como parte de nuestro trabajo social tenemos diversos espacios culturales a la cual la comunidad puede acceder como el bar-parque, el centro cultural Galería 111 próximamente a inaugurar y el callejón de los peluqueros. También trabajamos arduamente con personas que tienen distintas capacidades y hasta el momento esto ha sido una experiencia increíble para todo el equipo de trabajo.
Personalmente creo que la educación es la mejor inversión que se puede hacer en una sociedad. Por supuesto, siempre teniendo en cuenta que no es la educación por la educación en sí misma, sino en que esta educación signifique que la persona se va a auto-valer y va a ser independiente en su vida diaria.
TropiPay: ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta un proyecto como ArteCorte?
Adriana Ricardo: ArteCorte ahora mismo, como ente económico, en el país es un proyecto de desarrollo local. Es un desafío tener un proyecto de desarrollo local que digamos está como en un punto gris, de que no eres empresa, pero tienes responsabilidades económicas y legales con las cuales tienes que cumplir, obviamente. Y es eso algo por lo que ArteCorte ha apostado mucho: organizar el sector privado y que el sector privado incluso tenga esta responsabilidad social. Y yo creo que los desafíos a los cuales nos enfrentamos es sobre todo el tema de crear sobre las condiciones que tenemos, ser inventivos y resilientes. Sobre todo, eso yo creo que es el mayor desafío.
Y como por supuesto podemos sostenernos económicamente sin abandonar la obra social. Y más que abandonar la obra social, yo creo que va por la línea de desarrollar toda una estructura y estrategia y actividades en concreto, donde lo social sea el motor impulsor del desarrollo económico. Entonces ese es un desafío grande, porque además durante mucho tiempo quizás hubo esta distorsión de qué cosa es público, de qué cosa es privado, si bien ArteCorte puede funcionar digamos, desde una iniciativa privada, lo real es que por las sinergias que tiene con instituciones, con empresas, con los vecinos de acá del barrio, el sentido de pertenencia que tienen nuestros colaboradores y los tipos de servicios, la manera en que ofrecemos esos servicios, estamos ofreciendo un bien público.
También ese es otro reto: poder explicar esto a las personas, a la comunidad, a las personas que conocen “ArteCorte” desde hace muchísimo tiempo y han podido ver su evolución y el equipo de trabajo específicamente tiene la responsabilidad de crecer con las nuevas condiciones y circunstancias que se nos imponen. Y tiene que ser un reto. No puede ser en tono de queja, de parecer en tono de parecer “Ay, pobrecitos” y con lástima, al contrario. Yo creo que lo que toca es capacitarse, pedir ayuda, estudiar, buscar siempre cual es la mejor estrategia que se apega siempre a los valores de nuestro proyecto.
TropiPay: ¿Qué impacto ha tenido ArteCorte en la vida de las personas?
Adriana Ricardo: Un proyecto como ArteCorte, sobre todo es la evidencia de cómo el sueño de una persona, la pasión que le puso a este sueño, que en este caso es el sueño de “Papito”, puede contagiar a otras personas, puede ser el sueño de otras personas, por supuesto en constante evolución y transformación y cuanto se puede hacer hoy desde el trabajo social por el bienestar económico de una comunidad. Esta área de acá no era una zona tradicionalmente turística, sin embargo, por toda la evolución que tuvo el proyecto y la posibilidad, incluso unió que otros emprendedores se involucraran y también tuvieran otra acción social sobre la comunidad. El área se transformó hacía una zona de interés turístico.
Por supuesto sabemos que el turismo trae asociado otros males y ahí también es cuando entra la alianza entre las instituciones público-privadas por enfocarnos en determinadas brechas que son de beneficio social. El poder de, por ejemplo, educar a jóvenes que están sin trabajar, sin estudiar, poderles brindar un oficio, acompañamiento, también a sus familias. Nosotros siempre pensamos que a cada joven que ayudamos es también una familia que estamos ayudando, una familia que va a poder sostenerse económicamente, una familia que puede mejorar sus condiciones de vida. Y también está el tema de prestigiar los oficios, porque a veces, y he tenido que lidiar muchísimo con esto, se piensa que el tema del estilismo es un tema banal.
Yo a veces me pregunto: ¿cuánto de banal puede haber en una persona que quizás piense que el esfuerzo de otra persona no es lo suficientemente valioso?. Nosotros hemos recibido jóvenes que no han tenido ningún tipo de conocimiento del estilismo. Que han abandonado los estudios. Y poderlos ver cómo a través de nuestros cursos desarrollan habilidades manuales, desarrollan habilidades de comunicación, desarrollan sentido de pertenencia con la comunidad. Cómo después esos mismos jóvenes se transforman en profesores de otros jóvenes que también pueden transformar a la vez su comunidad, que puedan mejorar las condiciones de vida de su familia, yo creo que solo por eso, por ver ese pequeño cambio, es importante.
Y siempre también algo que nos hemos aferrado mucho a eso, es que quizás no todos son salvables. Quizás de un grupo de 15, que es más o menos la media con la que nosotros trabajamos, uno solo puede llegar hasta el final. Pero solo por esa sola persona vale la pena todo nuestro esfuerzo, vale la pena levantarse cada día y ser mejor.
TropiPay: ¿Cuáles son las principales características de TropiPay que pueden beneficiar a un emprendimiento social, como ArteCorte?
Adriana Ricardo: Una plataforma como TropiPay es súper útil y necesaria para el propio desarrollo incluso del emprendimiento en Cuba. Por todas las facilidades que da para el comercio electrónico, para la internacionalización de los negocios. Para poder incluso establecer networking entre los propios emprendedores. Para establecer alianzas con otros negocios similares o proveedores fuera de acá del país, que sabemos que por determinadas circunstancias a veces nos cuesta mucho. Y creo que sobre todo es una plataforma que se ha ido adaptando y ha ido conociendo al público cubano, que se ha ido adaptando a las necesidades que tienen hoy los emprendedores cubanos y ofrecer posibles soluciones a las problemáticas y los retos que tienen hoy el desarrollo de los negocios acá en Cuba.
TropiPay: ¿Qué le dirías a una persona que quiere emprender, pero se encuentra paralizado por falta de financiamiento?
Adriana Ricardo: Yo creo que una buena idea siempre es importante. Y una buena idea no hablo de la mejor o de una idea acabada. Hablo de una buena idea y de una idea que te apasione. Sin pasión no va a haber emprendimiento que funcione. Porque las personas y las alianzas que puedas establecer a futuro siempre va a depender de esa pasión que logres transmitir acerca de una idea. Hay muchísimas formas de financiamiento. Desde ver exactamente cuáles son los costos del producto y de la idea primaria que quieres desarrollar. O también poder ir con una idea clara de lo que quieres hacer y empezar a buscar quien financie esta idea. Por supuesto para eso hay que estudiar. Hay que pensar en temas de contabilidad, en temas legales, pero realmente vale la pena dedicarse a lo que uno le gusta hacer.
Yo iría también por el tema de las estrategias y de las alianzas para desarrollar una idea. Por ejemplo, yo siempre, es algo que refuerzo mucho, ArteCorte en temas de dinero realmente no abunda. Yo creo que ahora mismo a nadie le abunda el efectivo, por llamarlo de alguna manera. Pero sí puedo decir, con toda seguridad, que los dos recursos más importantes que tiene hoy ArteCorte, los recursos más valiosos son, bueno primero las personas que integramos ArteCorte, desde el equipo de trabajo, los estudiantes, los profesores. Pero también son el prestigio y las alianzas que ha creado a lo largo de los años.
Obviamente para una persona que se está iniciando lo que creo más importante es tener una idea clara. Saber que esa idea te apasiona y que no te vas a ir. No la vas a abandonar en la primera vez que te digan que no. La primera vez que no consigas financiamiento. La primera vez que alguien te diga que es una mala idea. A lo mejor lo que no la tienes del todo elaborada y eso está bien, para eso se aprende. Pero sí, una idea que te apasione y por supuesto, tener como un listado de todos esos costos y a dónde quieres llegar. A dónde quieres llegar con esa idea. Cuáles son los planes a futuro inmediato y quizás a más largo plazo. Creo que cuando hay una buena idea las personas se suman, por muy loca que a uno le pueda parecer.
Pero sobre todo creo que es eso, que te tiene que apasionar. El financiamiento no es solo se que puede hacer, sino que también se puede buscar. Hay recursos que se pueden vender, cambiar. A veces las cosas no dependen de tener dinero, de tener un efectivo. Dependen quizás de aliarte con personas que quizás tienen alguna otra experiencia o que le aportan a idea que tengan. Pero yo creo que nunca decir “No puedo hacer esto porque no tengo dinero, no tengo financiamiento”. Hay incluso experiencias de personas, que las he tenido muy cerca, que se paralizan porque no tiene todo el financiamiento.
Yo creo que incluso hay que coger de la idea el pedacito que puede ser logísticamente posible, desarrollarlo y ya tienes un producto que mostrar. Y con eso ir y decir: “Tengo esto, funciona y se puede a partir de ahí hacer otras cosas”. Pero pararse por falta de financiamiento no es una opción para un emprendedor.
TropiPay: ¿Cómo ves el futuro de ArteCorte? ¿Tiene planes para expandirse o crear nuevas iniciativas?
Adriana Ricardo: ArteCorte creo que pudiera derivar en una especie de empresa social, o en una organización sin ánimo de lucro. De manera formal, porque así estamos preparados para asumir todo el trabajo que hacemos, toda nuestra estructura. Y cuando hablo de empresa social hablo justamente de este paralelismo entre el desarrollo económico y social como que, cada actividad que se piense, se piense desde la sostenibilidad económica y el beneficio social. ArteCorte de hecho es una prueba de que es posible. Siempre adaptado y ajustado a las condiciones que tenemos, por eso el desarrollar la capacidad de resiliencia y de creatividad.
Y, ahora mismo estamos enfrascados con muchísimos proyectos. Como por ejemplo el Centro Cultural Arte 111, donde queremos que también sea un espacio para los emprendedores. Específicamente para los emprendedores de acá de la comunidad, de la Habana Vieja y poder también expandir los servicios que ofrecemos actualmente y que a veces no tenemos todas las condiciones o las capacidades en espacios para poderlos hacer. Poder ofrecer servicios de muchísima mejor calidad.
Estamos también a punto de abrir el primer salón que va a emplear y a brindar servicios a personas con diferentes capacidades. Entre el 2015 y el 2017 nosotros graduamos un grupo de muchachas sordas, que hoy finalmente van a poder ejercer la peluquería desde un salón que ha sido pensado justamente para cubrir esta brecha que a veces existe entre la educación especial y luego la sostenibilidad económica y el tema del desarrollo profesional.
También tenemos nuestros habituales espacios como la escuela comunitaria, el bar-parque, el callejón de los peluqueros. Además un salón de belleza que tenemos en el Hospital Oncológico que hace servicios gratuitos a los pacientes, al personal de salud de allá. También está pensado como puede ser que los servicios de estilismo ayuden al tema del bienestar mental, de esa salud mental de la que tanto a veces necesitamos poder escuchar referentes. Lo más novedoso de este salón es que, a cargo de ArteCorte está la combinación del salón y la gestión, pero lo interesante está que cada día que se pasa de trabajo otros peluqueros de la ciudad pueden donar un día de trabajo para donar servicios allí.
TropiPay: ¿Qué mensajes le darías a empresas o personas que deseen colaborar o apoyar la labor de ArteCorte?
Adriana Ricardo: Justamente uno de los recursos más valiosos que tiene ArteCorte es las alianzas que ha creado a lo largo del tiempo. Por supuesto esas alianzas se renuevan constantemente porque también el entorno va cambiando, porque nos alegra muchísimo ver como otros emprendimientos de diversos tipos surgen. Y no solo tiene que ser, para colaborar con ArteCorte, el tema exclusivo de belleza. Nuestros estudiantes, por ejemplo, se nutren no solo del conocimiento técnico, sino también de administración de empresas, comunicación, la formación en valores, el desarrollo de habilidades de comunicación para la vida.
Entonces yo creo que hay muchos emprendimientos alrededor, en el escenario profesional, en el ámbito del emprendimiento cubano que pudieran ser muy beneficiosos. Y también aportar a este trabajo social que hace ArteCorte. A mí me gusta mucho decir que incluso ArteCorte puede ser una especie de base para que otros emprendimientos que están surgiendo que quizás no tienen la experiencia y que quieren también hacer trabajo social puedan desarrollarse.
Y nosotros más que felices de poder compartir nuestro prestigio y nuestra experiencia en el desarrollo de proyectos, en cómo trabajar con la comunidad. Ver cómo hemos resuelto las estrategias económicas que no son todas las que quisiéramos ni todas las que tenemos pensadas. Pero están ahí, están funcionando y nos han permitido crecer hasta el momento. Todo el tema de las colaboraciones, creo que sería súper lindo hacer algo que realmente una los distintos representantes del emprendimiento que hay aquí en Cuba.
TropiPay: ¿Qué tres consejos le darías a alguien que quiere comenzar a emprender?
Adriana Ricardo: ¿Tres consejos para personas que van a emprender? Primero que sea algo que les apasione, no importa cuánto eso les robe el sueño por la noche, pero que valga la pena. Segundo, prepararse, estudiar, buscar las informaciones correctas. No pensar que ya nos sabemos todo por tener una determinada experiencia. Y tercero, compartir lo que vamos aprendiendo con otros. Yo creo que eso también es importante, forma parte del legado que vamos dejando y también es un patrimonio que vamos construyendo.
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