¿Cuál es tu perfil de inversor? 3 perfiles que debes conocer

¿Cuál es tu perfil de inversor? 3 perfiles que debes conocer

Tiempo de lectura estimado: 8 minutos

Invertir puede ser una actividad “divertida”, y a la vez emocionante y estresante. La adrenalina que se experimenta en esos momentos en que ejecutamos una decisión de inversión puede generar muchas sensaciones. Y es que eso es natural, pues estamos realizando operaciones con valores que pueden tener un impacto notable en nuestras finanzas: tanto positivo como negativo. Sin embargo, es fundamental conocer nuestro perfil de inversor para gestionar adecuadamente estas emociones y tomar decisiones más informadas. Entender cómo toleramos el riesgo y cuáles son nuestros objetivos financieros nos permitirá disfrutar del proceso de inversión, reduciendo el estrés y aumentando nuestras posibilidades de éxito.

¿Qué es invertir?

Invertir es el proceso de destinar recursos financieros a la adquisición de activos. Esta acción tiene por objetivo incrementar el estatus inicial, obteniendo mayores ganancias o mejor rendimiento financiero. Las inversiones se realizan con muy variados instrumentos financieros, como acciones, bonos, depósitos bancarios, criptomonedas, etc.

Aunque pudiera parecer algo tan simple como dar un clic o no darlo, invertir es un acto que no se debe dejar a la suerte. Hay muchas variables que deben considerarse a la hora de decidirse a invertir: la investigación previa (no te vas a lanzar al agua con tiburones sin protección), la prudencia, la diversificación de la inversión para reducir el riesgos, entre otras. Pero entre esos elementos que hay que tener en cuenta sí o sí, está como uno de los principales el perfil de inversor que eres.

¿Perfil de inversor?

Sí, toda persona que invierte tiene determinadas características que la distinguen y la asemejan a un tipo de inversor determinado. Por ello, se habla de un perfil de inversor. Esta es una clasificación que pone en una balanza dos elementos importantes. Por un lado está el nivel de riesgo que está dispuesta a asumir una persona, y por el otro están los rendimientos que espera obtener. Para construir un perfil de inversor se suelen tener en cuenta:

  • Los objetivos de inversión; que se enfocan en lo uno se ha propuesto alcanzar. Esto a  su vez facilita la elección de los productos de inversión que mejor se ajusten con las metas individuales.
  • La tolerancia al riesgo; que implica cuán dispuesta está una persona para asumir riesgos, teniendo en cuenta la voluntad para hacerlo y la capacidad de llevarlo a cabo.
  • El horizonte temporal; entendido como el tiempo que el inversor pretende mantener su inversión activa.
  • La situación financiera; que se refiere a las condiciones financieras que posee el inversor, teniendo en cuenta patrimonio, ingresos, ahorros, deudas, etc.
  • El conocimiento financiero; que se relaciona con la experticia de la persona en el campo de la inversión. Los que poseen más experiencia pueden apostar por inversiones más complejas.
  • La etapa de la vida del inversor; pues las necesidades y prioridades suelen variar con la edad. Esto sin dudas incide en la estrategia de inversión que la persona decida asumir.

Perfiles de inversores que debes conocer

Cuando se combinan todas estas variables, se van estructurando ciertos perfiles que suelen caracterizar la manera en que una persona se comporta frente a las inversiones. De ahí que sea importante saber qué perfil nos caracteriza para movernos en ese terreno de manera segura y coherente. Así, nuestros movimientos de inversión tendrán una lógica a pesar de que nos parezcan acciones que realizamos de manera aleatoria. Sin más dilación, aquí te presentamos algunos de los perfiles de inversor más comunes.

Perfil de inversor conservador

Los inversores con un perfil conservador ponen en primer lugar la seguridad de su capital por encima de la rentabilidad que puede generarles una inversión. Se caracterizan por una tolerancia al riesgo baja, lo cual los hace escoger inversiones seguras y estables, que no comprometan el capital invertido. Este tipo de inversor tendrá siempre la tendencia a buscar minimizar riesgos, por lo que se suele sentir cómodo aceptando rendimientos bajos. De ahí deriva su nombre, este inversor busca conservar lo que tiene y mantenerse en su zona de confort.

El inversor conservador suele incluir en sus inversiones instrumentos financieros que proporcionan una rentabilidad relativamente baja, pero constantes. Algunos de los que suelen estar en su cartera de inversión son los bonos del gobierno, depósitos de plazo fijo, acciones de empresas sólidas y de alta capitalización, fondos de inversión de bajo riesgos, entre otros.

Perfil de inversor moderado

Los inversores con un perfil moderado tratan de hallar un equilibrio entre lo que tienen y lo que pueden obtener, o sea, entre seguridad, riesgo y rentabilidad. Si bien la seguridad de su inversión sigue estando a la cabeza de sus acciones, son capaces de asumir un nivel de riesgo intermedio para obtener rendimientos mejores. Son personas precavidas, pero también asumen una pequeña dosis de riesgos para lograr un crecimiento de su capital a medio plazo.

Generalmente, este tipo de inversor combina dos tipos de inversiones. Por un lado, invierte la mayor parte de su capital en inversiones de bajo riesgo, como son los activos de renta fija. Por el otro lado, destina otra parte de su capital a activos más riesgosos, como pueden ser las acciones o fondos de inversión. Este tipo de inversor es consciente y acepta la variabilidad de la rentabilidad, mientras se encuentre en un tiempo y límites aceptables. Con este enfoque, no solo mantiene la seguridad de su cartera, sino que además aprovecha las oportunidades de incrementarla.

Perfil de inversor agresivo o arriesgado

Los inversores con un perfil agresivo o arriesgado tienen como meta y objetivo la búsqueda de mayores rendimientos; de ahí que posean una alta tolerancia al riesgo. Suelen ser personas con el temple fuerte para soportar fluctuaciones significativas del valor de su cartera. Suelen aceptar la volatilidad del mercado y tienen horizontes de inversión a largo plazo, ideales para recuperarse de posibles resbalones. Es común encontrarse este tipo de perfil en personas jóvenes que poseen solvencia económica y altos ingresos.

Con el fin de maximizar la rentabilidad en sus decisiones de inversión, el inversor agresivo está dispuesto a invertir en activos volátiles o de mayor riesgo, como acciones de empresas emergentes, bonos de alto rendimiento, criptomonedas, entre otros. Entonces el nombre de este perfil es bien sugerente de los movimientos arriesgados de las personas con el fin de lograr un crecimiento considerable de capital, los cuales conllevan siempre un riesgo considerable de pérdida. Para adoptar un perfil como este, es preciso que la persona conozca de antemano a lo que se enfrenta si las cosas no salen como lo espera. Una vez valoradas y aceptadas las peores consecuencias, el inversor agresivo realiza su movimiento.

¿Por qué es importante conocer tu perfil de inversor?

Todos podemos saber lo que queremos lograr, pero analizar eso frente a nuestra capacidad de enfrentar las consecuencias de una acción es vital. Porque las cosas no siempre salen como uno las planifica y debemos ser conscientes de los riesgos que asumimos para poder soportar las consecuencias, ya sean buenas o malas. De ahí que resulte una buena práctica conocer el tipo de inversor que somos, porque ayuda a:

  • Ajustar estrategias de inversión. Según tu tolerancia al riesgo y lo que estás dispuesto a ganar o sacrificar, serán las estrategias que adoptes en tus inversiones. Una estrategia más arriesgada de lo que puedes aguantar te puede desbordar y llevarte a tomar decisiones equivocadas ante consecuencias no esperadas. Asimismo, según tu perfil los asesores financieros podrán recomendarte los productos de inversión que mejor se alineen con tus expectativas y capacidades.
  • Establecer objetivos realistas. Si eres un inversor conservador, por más jugosa que sea una inversión arriesgada no sería recomendable que la realizaras. Enfrentar un resultado con el que no puedes lidiar puede desestructurarte y conllevarte a tomar decisiones desesperadas. Esto sin dudas fomenta una relación más saludable con la inversión, ya que está centrada en objetivos claros y alcanzables.
  • Prevenir errores. Al comprender su estilo de inversión, los inversores pueden evitar decisiones y acciones que no se ajusten a su tolerancia al riesgo. De esta manera se evitan situaciones que conlleven a pérdidas excesivas en momentos de volatilidad del mercado.
  • Adaptarse a los cambios. Con el tiempo las cosas van cambiando, incluso el propio perfil de inversor. Sin embargo, tener una idea del perfil de inversor que somos nos ayuda a revisar y ajustar estrategias conforme evolucionan sus circunstancias; pues como es lógico, no todos reaccionarán de la misma manera para enfrentar los cambios.

Concluyendo

Entonces ya sabes, no se trata de una clasificación cualquiera, sino de una que expone con claridad los riesgos que toleras a la hora de invertir. Estos no son los únicos perfiles que existen, pero sí los más prototípicos. De hecho, se pueden encontrar combinaciones muy interesantes en función de las características que más estén incidiendo en las decisiones el inversor. Mírate por dentro y encuentra en cuál perfil encajas mejor.