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Un término bastante empleado en la contemporaneidad es aquel referido a la inclusión financiera. Si bien muchos de nosotros podemos crearnos una idea de su significado y sus implicaciones, puede que no logremos abarcar todo lo que este término realmente cubre. Por esta razón, este artículo propone adentrarse en el mundo financiero, con el objetivo de dilucidar qué es la inclusión financiera y cómo impacta en la sociedad.
Tabla de contenidos
¿Qué es la inclusión financiera?
En líneas generales, la inclusión financiera aborda el acceso de personas y empresas a productos y servicios financieros, buscando ampliar estas oportunidades para reducir las desigualdades. Ejemplos concretos incluyen llevar sucursales bancarias a áreas rurales remotas, instalar cajeros automáticos en zonas desatendidas o expandir el uso de aplicaciones móviles para llegar a más usuarios y facilitarles el acceso a servicios financieros.
Este concepto se considera multidimensional, incorporando aspectos clave. El primero es el acceso, que evalúa la infraestructura del sistema financiero para llegar a las personas y establecer canales efectivos. El segundo componente es el uso, relacionado con las demandas de servicios financieros de la población y sus comportamientos hacia ellos. El tercer plano incorpora la protección de los usuarios, resaltando la necesidad de un marco legal que garantice la transparencia, protección contra prácticas abusivas y seguridad de datos personales.
Además, se destaca la importancia de la educación financiera. ¿Cómo pueden los usuarios aprovechar los beneficios de productos financieros si no los comprenden? La educación financiera capacita a las personas para identificar productos que se ajusten a sus necesidades y utilizarlos eficazmente. En conjunto, la inclusión financiera abarca diversos aspectos para construir un sistema que sea accesible, utilizable y proteja los derechos de los usuarios, mientras promueve la educación para una participación más informada y beneficiosa en servicios financieros.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de productos y servicios financieros?
A veces muchos de nosotros hacemos uso de servicios y productos financieros y ni siquiera somos conscientes de ello. Algo tan simple como tener una cuenta que te permita realizar transacciones es un ejemplo de esto. Tan solo piensa en todo lo que puedes realizar con una simple cuenta: guardar dinero, enviar y recibir pagos, pagar servicios y productos, realizar compras, entre otras. Y por si fuera poco, tener una cuenta en sí misma es también una vía de acceso a otros servicios financieros diversos. Entre ellos podemos mencionar los ahorros, créditos, seguros, inversiones, pensiones, etc.
Estos productos y servicios tienen la característica de responder a una amplia variedad de necesidades, lo que los convierte en convenientes y útiles. Con la inclusión financiera, se hacen asequibles a un público mayor que puede tener igual o mayor necesidad de su empleo. Asimismo, es importante destacar que estos productos o servicios se deben prestar de manera responsable, lo que significa que tienen un costo asequible para los clientes y al mismo tiempo son sostenibles para los proveedores.
¿Cuáles son los objetivos de la inclusión financiera?
¿Por qué alguien se dedicaría a llevar adelante un programa tan amplio y tan complejo como lo es la inclusión financiera? Así en blanco y negro la inclusión financiera no parece otra cosa que una estrategia de las instituciones bancarias para ganar más usuarios y, por ende, más dinero. Si bien esto puede ser un beneficio colateral, es preciso llegar al núcleo del asunto, o sea, conocer bien los objetivos que se persiguen con la inclusión financiera. Algunos de los más notables y destacables son:
Reducción y prevención de la pobreza.
Numerosas personas podrían beneficiarse significativamente de ciertos productos o servicios financieros que les brindarían la oportunidad de superar la pobreza. Por ejemplo, disponer de un préstamo o crédito que les permita adquirir un bien necesario y satisfacer una necesidad, algo que de otra manera sería inaccesible debido a la falta de fondos completos en el momento. Además, al estar informadas sobre las oportunidades financieras disponibles y recibir el asesoramiento necesario, las personas pueden gestionar de manera más efectiva sus recursos y tomar decisiones más acertadas en función de sus necesidades y posibilidades.
Mejoramiento de la calidad de vida.
Reducir la pobreza y acceder a productos y servicios que generan beneficios indudablemente nos otorgan una mejor calidad de vida. La inclusión financiera no solo facilita la vida cotidiana, sino que también apoya la planificación a largo plazo para familias y empresas, permitiéndoles responder de manera más efectiva ante situaciones inesperadas.
Democratización del acceso y las oportunidades.
Sin importar las características individuales como origen, género, estatus económico u otras que solían limitar el acceso a diversas oportunidades financieras, la inclusión financiera borra las líneas divisorias que generaban desigualdades en el pasado. Ahora, el ahorro y la inversión, por ejemplo, ya no son exclusivos de aquellos que disponen de un considerable capital. El acceso a los productos y servicios financieros disponibles posibilita que cualquier persona o empresa interesada pueda invertir en proyectos específicos o emprender acciones de ahorro, generando beneficios de forma inclusiva.
Promoción de la prosperidad compartida.
Desde cierto punto de vista, la inclusión financiera beneficia a todos, no solo a los usuarios que aprovechan los servicios disponibles, sino también a las entidades que ofrecen dichos servicios. La ampliación de la base de usuarios no solo fortalece la estabilidad financiera de las instituciones, sino que también contribuye al crecimiento y desarrollo sostenible del sector financiero en su conjunto. El acceso generalizado a servicios financieros crea un entorno propicio para la prosperidad económica, fomenta la inversión y, en última instancia, fortalece la salud financiera tanto de los individuos como de las instituciones involucradas.
Empoderamiento financiero.
Contar con la oportunidad de decidir cómo gestionar el propio dinero, gracias al acceso a productos y servicios financieros disponibles, implica que cada persona pueda tomar el control de su vida económica. Esta autonomía financiera permite a los individuos tomar decisiones informadas, planificar metas a corto y largo plazo, y adaptarse a sus necesidades y circunstancias específicas. La capacidad de manejar activamente los recursos económicos proporciona un sentido de independencia y empoderamiento, contribuyendo así a un mayor bienestar financiero y personal.
Beneficios de la inclusión financiera
En los objetivos de la inclusión financiera se delinean los beneficios que pueden derivar de lograr una inclusión financiera efectiva. Reformulando algunos de estos beneficios, se pueden mencionar:
- Estabilidad Financiera Personal: Aquellos que toman el control de sus finanzas y aprovechan las ofertas financieras disponibles pueden alcanzar una mayor estabilidad financiera.
- Equidad Social: La inclusión financiera promueve una mayor equidad social, donde incluso aquellos que nunca antes habían tenido acceso a ofertas financieras disfrutan de las mismas oportunidades.
- Mejora de la Salud Financiera: Al beneficiarse de ofertas financieras que se adaptan a las necesidades individuales, se experimenta una mejora significativa en la salud financiera.
- Estímulo al Emprendimiento: El acceso a productos financieros impulsa el emprendimiento al proporcionar a las personas los recursos necesarios para iniciar y desarrollar sus propios negocios.
- Impulso a la Economía Local: El mayor acceso a servicios financieros estimula la actividad económica a nivel local, generando un impacto positivo en la economía de la comunidad.
Además, la inclusión financiera contribuye a la consecución de siete de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible, según afirmaciones del Banco Mundial.
Inclusión financiera digital
La irrupción de los avances tecnológicos y la explosión del escenario digital en el ámbito financiero están ampliando las oportunidades financieras a una diversidad aún mayor de sectores poblacionales. En este contexto, la inclusión financiera digital se refiere al uso de medios digitales para llevar a cabo acciones que tradicionalmente se realizaban en entidades físicas bancarias. El empleo de dispositivos móviles u otros dispositivos electrónicos está marcando una tendencia creciente en el ámbito financiero, proporcionando incluso alternativas financieras a sectores poblacionales más inclinados hacia las nuevas tecnologías.
Además, la inclusión financiera digital disminuye significativamente los costos de inversión en infraestructura, facilitando así el acceso a poblaciones históricamente desatendidas y brindándoles los servicios que necesitan. Incluso para aquellos que muestran cierta resistencia a la bancarización, el entorno digital ofrece opciones atractivas que también pueden satisfacer sus necesidades. Explorar las posibilidades disponibles resulta crucial para identificar la opción que mejor se ajuste a las preferencias y necesidades individuales.
Actualidad de la inclusión financiera mundial
En términos de inclusión financiera, se ha observado un notable avance en la última década, según datos del Global Findex del Banco Mundial. En 2011, solo el 52% de los adultos a nivel mundial tenía una cuenta bancaria. Cifra que ha aumentado significativamente a un 76% en la actualidad. Aunque este progreso es evidente, más del 20% de la población mundial aún carece de servicios bancarios.
Este crecimiento en la inclusión financiera no es simplemente un incremento estadístico, sino un logro que ha impactado positivamente la vida de millones de personas. Los datos del Global Findex reflejan una transformación palpable, representando oportunidades y empoderamiento para comunidades enteras. El acceso a servicios financieros no solo implica tener una cuenta bancaria, sino que abre la puerta a una variedad de posibilidades, desde la gestión eficiente de recursos hasta la participación activa en actividades económicas y la explotación de oportunidades de inversión.
A pesar de estos logros, es crucial reconocer el desafío persistente de proporcionar acceso financiero al poco más del 20% de la población mundial que aún carece de servicios bancarios. Estas personas tienen sueños, aspiraciones y talentos que podrían florecer con el respaldo de servicios financieros inclusivos.
En este contexto, TropiPay desempeña un papel activo en la contribución a la inclusión financiera. A través de soluciones innovadoras y accesibles, TropiPay busca eliminar barreras y acercar a más personas a las herramientas financieras esenciales. Facilitando el acceso a servicios financieros de manera eficiente y segura, TropiPay se une al esfuerzo global de construir un mundo donde la inclusión financiera sea una realidad para todos. Este viaje hacia la inclusión financiera completa es colectivo, y TropiPay se suma a la iniciativa para construir un futuro más equitativo para todos.
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