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A veces las finanzas se nos hacen un lío, sobre todo las personales. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido de constatar que no tenemos el dinero que creíamos tener? O por el contrario, alegrarnos de encontrar que tenemos más de lo que esperábamos. Y es que a veces, o más bien casi nunca tomamos en serio la importancia de tener nuestras “cuentas claras”. Por estas razones, nuestros objetivos y proyectos pueden verse afectados, y con ellos, nosotros. Conocer al detalle el movimiento que le damos a nuestro capital nos permite contar con la seguridad de tomar las decisiones pertinentes en todo momento. Así, podemos decidir si nos vamos de vacaciones, si compramos una casa, si emprendemos, si ahorramos, o incluso si invertimos.
Invertir puede llegar a ser toda una aventura. Muchos son bastante conservadores cuando escuchan la palabra “invertir”. Sin embargo, una de las formas que definitivamente ayuda a crecer tu patrimonio es la inversión. Con todo y sus riesgos, la inversión puede llegar a rendir más frutos que el tradicional ahorro. Si estás en el camino de decidirte por la inversión, aquí ponemos a tu disposición una serie de informaciones útiles para recorrer ese trayecto.
Tabla de contenidos
Entendiendo términos financieros antes de invertir
Nuestras finanzas personales no son más que la administración de nuestros ingresos y nuestro patrimonio; es la gestión de nuestros propios recursos considerando los principios que rigen las finanzas. Dicha gestión nos garantiza poder cubrir nuestras necesidades básicas, en las que se incluyen nuestros gastos fijos, nuestros gastos de esparcimiento y los imprevistos. Así, debemos tratar de que nuestras finanzas sean sanas, lo que significa que exista un equilibrio entre lo que se gana, lo que se gasta, las deudas y lo que se logra ahorrar.
Los gastos fijos son aquel dinero que se emplea para lo que necesitaremos siempre en un periodo de tiempo determinado, generalmente mensual. Aquí pueden entrar el pago de la renta, el pago del seguro, el dinero destinado a la comida, entre otros similares. Por su parte, también existen gastos variables los cuales incluyen aquellos que uno no tiene concebidos previamente; estos pueden darse o no, pero siempre hay que tener cuenta su probabilidad.
Hay que tener en cuenta que toda inversión entraña un riesgo. El riesgo es esa posibilidad de perder lo invertido, y es algo que siempre existe. Generalmente mientras más alto sea el riesgo, mayor debe ser el rendimiento de la inversión. Dicho rendimiento es precisamente la ganancia que se obtiene tras la inversión.
En las inversiones generalmente se establece un plazo de tiempo en el que se espera que esa inversión rinda frutos. Ese tiempo, también conocido como horizonte de inversión, puede ser corto, cuando es menor de un año; mediano, cuando se extienden entre uno y cinco años; y largo, cuando suele sobrepasar los cinco años. Durante el tiempo previo a la inversión, tu dinero se encuentra en el instrumento de inversión que hayas elegido. Dicho instrumento es el medio a través del cual inviertes tu dinero; por ejemplo, la inversión en bienes raíces, en la bolsa de valores, en algún emprendimiento, etc. Asimismo, otro concepto a no perder de vista al invertir es la liquidez o la facilidad de convertir un activo en dinero efectivo de forma inmediata, sin perder valor en la operación.
Tips de finanzas para invertir
No siempre es necesario ser un experto para decidirse por la inversión. Muchos se retraen de la oportunidad de invertir por desconocimiento, por temor o por el viejo mito de que se pierde más de lo que se gana. Si bien a veces la inversión nos puede generar ansiedad y ponernos en un punto incómodo, también es cierto que en la mayoría de los casos se gana bastante invirtiendo. En ese sentido, si apuestas por aventurarte en la inversión, aquí tienes unos tips que te pueden resultar muy útiles.
Define tus objetivos de inversión
¿Por qué vas a invertir? ¿Simplemente para multiplicar tu dinero o por algún proyecto en específico? Por ejemplo, invertir en un fondo de jubilación, en pagar estudios futuros, en viajar. Define aquello que te motiva a invertir y luego entonces procede a hacerlo.
Establece tu presupuesto de inversión
No puedes decidirte a invertir a ciegas. Si no sabes con lo que cuentas, no pueden lanzarte a invertir. Por tanto, organiza y sana tus finanzas, establece un presupuesto para invertir que no comprometa tus gastos destinados para vivir ni lo dedicado para los imprevistos, y escoge donde invertirás tu dinero. Puedes apoyarte en la tecnología para vigilar tus finanzas personales de cerca. TropiPay es un Monedero electrónico que permite hacer las operaciones financieras más comunes en una moneda tan estable como el euro. Además, presenta un apartado de Histórico donde puedes ver todos los movimientos hechos en tu cuenta; ideal para llevar la contabilidad de gastos e ingresos.
Decide dónde invertir tu dinero
En la actualidad hay una amplia gama de instrumentos disponibles en los que invertir. Incluso, el desarrollo de la tecnología y las Fintech nos han acercado el mundo de la inversión, solo con un celular a mano. Estudia bien las opciones disponibles y la conducta financiera del mercado seleccionado. Luego podrás elegir la opción que mejor se ajusta a tu perfil inversor.
Establece tu plazo de inversión y tu nivel de riesgo
Debes decidir cuánto tiempo querrás que tu dinero permanezca invertido, lo cual está estrechamente relacionado con los objetivos que te hayas trazado. Paralelamente, define a conciencia el nivel de riesgo que estás dispuesto a correr. No puede ser que permanezcas estresado y con sobresaltos todo el tiempo que tu dinero permanezca invertido. Descubre tu nivel de tolerancia al riesgo y mantente ahí.
Invierte solo lo que estás dispuesto a perder
Invertir siempre conlleva un riesgo; a veces alto o a veces menor, pero siempre presente. Piensa bien que aquello que vayas a invertir puede resultar que nunca retorne. No puedes permitir que la ocurrencia desafortunada de ese hecho te derrumbe ni comprometa tu estabilidad emocional y financiera.
Nunca pongas en riesgo tu estabilidad financiera para invertir
A veces nos desesperamos por invertir al constatar que amigos o conocidos han tenido grandes éxitos en este cometido. Sin embargo, que el embullo y la pasión pasajera no te cieguen. Si no cuentas con un presupuesto que no comprometa tus gastos de vida por un buen tiempo, no te arriesgues a hipotecar o solicitar préstamos o créditos para aventurarte en una inversión incierta. Conjuntamente, cuenta siempre con un ahorro de emergencia. Si bien ya realizaste un presupuesto en el que identificaste lo que puedes o no invertir, no debes arriesgarte sin contar también con un dinero de respaldo o colchón de ahorros. Necesitas la tranquilidad de que, cualquier situación desfavorable que pueda suceder, no tendrá un impacto tan negativo en ti.
Ten en cuenta la relación rendimiento-riesgo
Al invertir podrás constatar que mientras mayor es el riesgo más rentable resultará la inversión. Así que si ya conoces tu tolerancia al riesgo y no comprometes tu estabilidad financiera, toma la decisión que más conveniente te resulte. Sopesa todos los pros y los contras.
Diversifica la inversión
No te cases con un solo instrumento de inversión, coloca tus fichas en más de una casilla. Así, si algún activo se desploma no lo perderás todo y contarás con opciones de respaldo a lo perdido. Por eso, reparte tus inversiones en diferentes activos o instrumentos financieros. De esta manera, se minimiza el riesgo y se cuida la liquidez.
Reinvierte con el interés compuesto
Al recuperar la inversión y la ganancia devenida de la misma, lo más recomendable es volver a invertirlo todo. O sea, invertir lo ganado más la base original de la inversión. Esto es lo que se conoce como interés compuesto y redunda en ganancias exponenciales.
Disciplina y constancia
No basta con invertir una vez y descuidarse. No velar por los riesgos asociados, así como invertir sin un previo estudio de los activos de inversión es sencillamente botar el dinero. Se debe ser disciplinado y constante cuando se invierte, si es que realmente se quiere que esa inversión rinda los frutos deseados. La disciplina y la constancia son claves para el éxito financiero en la inversión.
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