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Hace poco TropiPay ha tenido una oportunidad única. Hemos tenido el honor de entrevistar a una personalidad súper interesante, y ¡nos ha contado sobre cómo la economía afecta nuestras vidas! Se trata del Doctor en Ciencias Económicas, Juan Triana Cordoví. Triana, con infinita paciencia a una entrevistadora muy entusiasmada, nos ha ofrecido sus consideraciones sobre el panorama económico de Latinoamérica para este 2023. Hablamos sobre emprendimiento, criptomonedas, educación financiera y tendencias económicas en la región.
Sin más le compartimos esta entrevista, y si te parece muy larga de leer, al final del artículo te dejamos el video.
TropiPay: ¿Cuál es el panorama económico actual de LATAM tanto para la economía familiar como para la economía empresarial?
Juan Triana: Es muy difícil hablar de América Latina de manera global. Te diría que el panorama económico de hoy de América Latina es un panorama que está cambiando. Porque hay un grupo de gobierno de centroizquierda con una vocación social mucho mayor que puede hacer además la diferencia entre lo que fue América Latina y lo que es hoy. Pero definitivamente es una situación muy difícil para América Latina en general, aunque en estos momentos hay cierto crecimiento. Hay países que han crecido mucho, por ejemplo, como Venezuela. También existe cierta recuperación, aunque no es una recuperación como muchos esperaban
Para las familias va a depender mucho de cada país. No se puede hablar en general. Habrá países donde la mejora sea mucho más evidente, más tocable. Y habrá países donde esa mejora se tocará menos. Depende mucho de la dinámica de la economía de cada país.
En América Latina, además, mantenemos siempre una situación que es muy conocida. Es una región que mantiene unos niveles de pobreza importantes y siempre situaciones, como las que hay en el mundo hoy, tan lamentables, que afectan a América Latina, pues resultan difíciles de poder manejar. Yo diría que las cosas mejores van a venir por algo que personalmente no me gusta mucho que pase y es por la reprimarización de las economías latinoamericanas y su capacidad de producir alimentos, unido a los problemas que hay hoy en Europa en una región productora de alimentos como Ucrania. Ahí, a mi juicio, habrá oportunidades para América Latina, aunque realmente significa caminar hacia atrás en los propósitos de desarrollo.
TropiPay: habló de la economía venezolana como una economía en crecimiento. Sin embargo, cuando uno busca, lee y escucha que la economía venezolana está en inflación, así como la economía cubana o la argentina. El término inflación es algo que escuchamos cotidianamente. Pero, en sí, ¿qué significa la inflación?
Juan Triana: La inflación es, en esencia y dicho de manera muy elemental, el crecimiento de los precios más allá de lo que la propia oferta y la producción pueden soportar. Es un crecimiento sistemático de los precios que, cuando rebasa ciertos límites, tiene un impacto negativo dentro del crecimiento de la economía y el bienestar de las personas. La inflación al final te convierte los ingresos en sal y agua, te los desaparece. En ese sentido, no es que todo crecimiento de precios sea inflación, sino todo aquel crecimiento de los precios que rebasa la dinámica de la demanda es inflacionario. Por lo general, ese desequilibrio entre demanda y oferta, mucha demanda y poca oferta genera en las economías de mercado inflación. Las economías que tienen algún factor de regulación o son economías centralizadas genera inflación y puede generar también mercado negro.
TropiPay: ¿Es posible salir de la inflación?
Juan Triana: Claro
TropiPay: ¿Cómo?
Juan Triana: Hay ejemplos muy evidentes de países que han salido de la inflación desde hace mucho tiempo. La inflación generalmente no tiene una sola causa, es multicausal. Tiene causas por crecimiento de demanda, disminución de oferta, malos manejos fiscales, mala asignación del gasto. Entonces, realmente, sí es posible salir de la inflación. Pero es necesario un programa amplio que contemple esas diferentes causas. Algunas se pueden, yo te diría, se pueden manejar en corto plazo y otras, como por ejemplo el incremento de la oferta, no puede esperarse que se haga en corto plazo, porque demora su tiempo. Depende de la producción y de la importación, y sobre todo la producción demora su tiempo en reaccionar.
Casi siempre, los programas que van a luchar contra la inflación, especialmente aquellos que promovió el Fondo Monetario Internacional en los años 70, 80 y 90 van, en el corto plazo, a restringir el exceso de demanda que es lo que produce un crecimiento de los precios y ese exceso de demanda generalmente se restringe en lo fundamental, recortando los gastos fiscales, los gastos de gobierno. Eso es lo que generalmente el fondo ha estado promoviendo desde hace mucho tiempo.
Hay quien lo mira, hay críticas sobre todo por los efectos sociales que tiene, pero realmente hay que recortar la demanda, hay que recortar los gastos. El gasto se puede recortar sin grandes impactos sociales o compensando el impacto social. O se puede recortar sin interés en pensar en el impacto social. Entonces provoca otros problemas y crisis sociales. Eso va sobre todo en el matiz ideológico de los gobiernos que ponen en práctica esos programas de control de la inflación.
TropiPay: Cambiando de tema, ¿qué piensa de las criptomonedas? Siendo más específicos, ¿qué piensa de las criptomonedas en las economías latinoamericanas?
Juan Triana: hace muchísimo tiempo, un magnífico historiador de las finanzas, profesor de la Universidad de Columbia, se llama Niall Ferguson, que escribió una frase, que me gusta y repito mucho porque para mí te lo resume todo en cuanto al dinero. Él dijo que el dinero es confianza inscrita en un papel. Realmente sintetiza mucho una característica fundamental del dinero y es que para que algo sea dinero tiene que ser aceptado por todos, y para que sea aceptado por todos tiene que generar confianza.
Las criptomonedas nacieron de una manera rara, muy propia de estos tiempos, y se han ido fortaleciendo en la medida que esta moneda ha generado confianza. Y generó tanta confianza que llegó a multiplicar su precio en el mercado muchas veces. Yo pienso que va a depender mucho de la capacidad que tenga el manejo de las criptomonedas en el mundo y los que las manejan para seguir generando confianza.
No sé en estos momentos cómo está el mundo de las criptomonedas en América Latina. Sé que hay compañías que manejan hoy mucho las criptomonedas, por ejemplo, para el tema de las remesas. En África se ha usado muchísimo también. Y tendrá un espacio, habrá un mercado para criptomonedas en algún momento. Tiene ventajas: se sale del monopolio de los bancos. Nadie puede manejar las criptomonedas. Se manejan, yo no diría colectivamente, pero bueno. Se manejan desde diferentes locaciones y eso es una ventaja con relación a los bancos.
¿Hasta dónde pueden llegar las criptomonedas en América Latina y en el mundo? Hasta dónde generen suficiente confianza. El dinero también fue así. Al principio no dinero en sí, era oro, plata, la sal, los cueros. Lo que pasa es que es muy incómodo andar por ahí con un saco de sal para comprarte una lechuga. Entonces, lógicamente para que sea dinero, tiene que cumplir otras cosas. Entre ellas, que tiene que ser algo que tenga mucho valor en muy poco volumen. Hemos llegado a las tarjetas plásticas, dinero plástico, mira que fabuloso. Ahora dimos un pasito más: las criptomonedas.
Las criptomonedas amplifican tremendamente esa condición esencial de todo dinero y es que generan confianza. La gente tiene confianza en las criptomonedas, nunca la han visto, no tienen como tocarla, sin embargo, la gente pone su dinero en criptomonedas.
TropiPay: ¿considera entonces que las criptomonedas sean una oportunidad para la comunidad emprendedora en Cuba y Latinoamérica?
Juan Triana: Yo creo que sí. De hecho, en Cuba ya hay muchos jóvenes que desarrollan ese negocio. De hecho, una de mis alumnas su tesis de diploma fue sobre las criptomonedas y hoy tiene una compañía, pequeñita, pero que opera con criptomonedas. Entonces sí, yo creo que sí, es un espacio que aporta flexibilidad y eso es muy importante. Además, da cierto dinamismo que quizás otras monedas no dan hoy por hoy. A mi juicio, sí es una oportunidad, si se sabe aprovechar.
TropiPay: volviendo a cambiar de tema. Mucho hablamos de educación financiera a la hora de nuestros ahorros, ingresos, nuestro manejo de capital tanto personal como en los emprendimientos y las empresas. ¿Cómo evaluaría usted la educación financiera en Latinoamérica?
Juan Triana: Me cuesta mucho hablar de Latinoamérica de manera global en temas tan específicos. Yo creo que en la región hay países y países. Hay países con mayores niveles de desarrollos, con mayor nivel de desarrollo en el sector financiero, con un ámbito de negocios muy fuerte en ese sector, y por lo tanto ahí hay una mejor educación financiera que en otros países.
Incluso, en un mismo país no se puede hablar de manera global, porque dentro de ese país te vas a encontrar una estratificación en sectores sociales y de ingreso. Hay quien no le alcanza para vivir, por lo tanto, su educación financiera es mínima. No conoce lo que es una hipoteca, no la va a voy a poder a hacer nunca porque no tiene nada para hipotecar. No conoce lo que es una acción, ni nunca la va a tener porque no tiene dinero para comprar esa acción.
Imagina que cuando Lula sacó aquel programa para sacar a los brasileños más pobre de la pobreza y miseria su aspiración era que ganaran un dólar diario. ¿Qué educación financiera puede tener una persona que no gana ni un dólar diario? Jamás va a entrar a un banco. No tiene una casa que hipotecar. No tiene un préstamo ni nadie se lo va a pedir, porque quien le va a prestar a alguien que no tiene dinero. Al final quien presta dinero no lo hace por filantropía, sino para ganar más dinero.
En países como Cuba, nuestra educación financiera siempre ha sido muy débil, porque tampoco nosotros hemos estado, hasta ahora, en dinámicas de manejar y pedir créditos, hacer negocios. Esto es muy nuevo en realidad. Quizás desde el 94 con los cuentapropistas que podían hacer algunas cosas, pues ese segmento de la población cubana, sí tenía una educación financiera, o más bien comenzó a aprender algo sobre ello. Pero en realidad esto va a comenzar ahora para una parte importante de la población.
¿Quién más ha tenido algo de educación financiera? Bueno las empresas estatales, los bancos. Se reduce a este sector y todavía hay muchos déficits. Si buscas a un especialista en finanzas, yo tengo un gran amigo, el profesor Paco Borras, pues te dirá que la educación financiera todavía es muy elemental, incluso en el sector empresarial en Cuba. Se empieza a aprender ahora, porque una parte de la educación tiene que ver con tú tener que hacer y con aprender haciendo. Nosotros no tuvimos que aprender educación financiera durante muchísimo tiempo.
Pasa distinto, por ejemplo, en países como Estados Unidos, donde ya los jóvenes tienen que tener educación financiera porque para estudiar muchas veces tienen que tener un préstamo que van a pagar durante toda su vida. O para tener una casa tienen que hipotecar algo o hipotecan la casa para tener otras cosas. Entonces ahí ya hay educación financiera, porque es una sociedad donde las finanzas se han desarrollado mucho al punto de ser prácticamente el corazón de la economía norteamericana.
Eso es lo que pasa. Entonces sí: habrá países de América Latina con más desarrollo y dentro de esos países, un segmento de la población con más desarrollo y conocimientos sobre la educación financiera. Pero no es parejo.
TropiPay: Por lo que nos dice entonces usted considera la educación financiera importante para el desarrollo del emprendimiento.
Juan Triana: Claro. Las finanzas son decisivas para el desarrollo del emprendimiento.
TropiPay: ¿Qué variables macroeconómicas afectan más negativamente el emprendimiento en Cuba y el resto de Latinoamérica?
Juan Triana: al revisar los estudios sobre emprendimiento y sobre pequeñas y medianas empresas (pymes), yo diría que las variables que son más decisivas están asociadas a la propia estructura económica de las economías latinoamericanas. Donde hay una estructura económica fuerte con un sistema desarrollado de empresas, pues ahí es mejor y más fácil emprender. A esto hay que sumarle otra cosa: incentivos. Una política pública que incentive y le abra el paso al emprendimiento. Habría que sumarle el tema crediticio y la fortaleza de las instituciones de microfinanzas que ayuden al emprendimiento. Además de esto, habría que sumarle como otra condición básica, la posibilidad de acceder a conocimientos, a cursos, a entrenamientos, tanto sectoriales como generales como pueden ser las finanzas, el manejo crediticio, la contabilidad.
Hay que entender que en Latinoamérica lo que tipifica a las pymes es que son empresas creadas fundamentalmente para sobrevivir. Si tú comparas lo que pasa con las pymes en América Latina con Europa o Asia es totalmente diferente. Por ejemplo, en América Latina la participación de las pymes en el empleo es muy alta, pero su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) es muy baja. Su participación en las exportaciones es todavía más baja. Su participación en exportaciones de alta tecnología es aún más baja. Y en la innovación más baja aún. Esto tiene que ver con las características del surgimiento de estas empresas como empresas familiares que lo que tratan es de sobrevivir, pero tiene que ver con la estructura económica y la fortaleza del sistema productivo y empresarial de LATAM.
Si te vas a Europa es totalmente diferente. En países como Italia las pymes tienen una participación altísima en la exportación. Pasa igual en Alemania. Si te vas a Asia es totalmente diferente también. Entonces tampoco es bueno hablar en general de las pymes.
Lo que sí está claro es que hace falta un buen ambiente de negocio y políticas públicas que incentiven tanto el nacimiento como la consolidación e incluso la desaparición de las pymes. Que sea fácil y rápido, no una muerte prolongada en el tiempo.
TropiPay: Aprovechando que habla de políticas públicas, ¿nos podría poner ejemplos de cuáles serían estas políticas nacionales y regionales que pueden favorecer a las pymes?
Juan Triana: se pueden mencionar muchas políticas. Pero, a mi juicio, la política crediticia, el acceso a crédito barato es fundamental para las pymes. Una política que promueva la innovación a escala de las pymes también es fundamental. Tienen que ser políticas públicas porque, por lo general, las pymes no tienen suficiente capital para acometer esos proyectos innovadores. Yo te diría que, además, son necesarias políticas que favorezcan el acceso al mercado internacional, tanto para la importación como la exportación.
Por ejemplo, si existe una pyme que logre un nicho de mercado en el exterior, deben existir políticas públicas para que inmediatamente accedan a préstamos baratos es importante. Que puedan tener una cobertura de seguro de exportación a muy bajo costo, también es importante. Estas políticas promoverían muy bien los emprendimientos.
Lógicamente, hay otras políticas más globales que pueden cambiar también las características de estos emprendimientos. Tienen que ver fundamentales con políticas sobre educación, salud, que hacen la diferencia. Hoy, en Cuba, muchos de los emprendedores, ya son graduados universitarios. Si te vas a América Latina una parte importante de los emprendedores son personas que si acaso alcanzan el sexto grado. Ahí hay una diferencia. Cuando tú tienes una población bien instruida, ya tienes una ventaja sobre otros países.
Entonces hay cosas muy específicas y otras que son generales que tiene que ver con el país. Pero por ahí andan las cosas.
TropiPay: Hablemos de la pandemia y de los efectos de la pandemia. ¿Podemos decir que la Covid19 sigue causando estragos en la economía latinoamericana o ya se puede hablar de una fase de recuperación?
Juan Triana: Sin dudas hay una fase de recuperación de las economías latinoamericanas, ya desde el año pasado. Sin embargo, la pandemia va a seguir con nosotros. Llegó para quedarse, incluso, quizás ya no en forma de pandemia, sino en forma de alerta de lo que puede significar un fenómeno como este. Obviamente, hoy la pandemia sigue generando incertidumbre. No la estamos sufriendo como hace dos años, pero sigue generando incertidumbre y en aquellos países que tienen una responsabilidad importante y miran por sus pueblos pues lógicamente se obligará a mantener reservas y tener programas de amplio espectro y cobertura que puedan evitar brotes pandémicos tan terribles como el anterior.
En el caso de Cuba, tenemos la suerte de tener varias vacunas. No es tanta la suerte, sino que tuvimos la oportunidad y la previsión un día de Fidel Castro de generar un polo biotecnológico. Gracias a ese polo biotecnológico hoy tenemos vacunas nacionales y eso ya nos da una ventaja. Además, hay programas de salud. Ahora están volviendo a reactivar y poner otra dosis para mantener la población sana. Bueno, pero eso cuesta. Es un gran costo. A nosotros nos la ponen gratis, pero producir cada una de esas vacunas cuesta.
Pero los países que no tienen esa capacidad de producción, que no tienen esa ventaja la tendrán que comprar y eso es un gasto que hay que pagar. Habrá que poner entonces en una balanza el costo y oportunidades de mantener a la población vacunada contra la Covid o de no mantenerla. Ya sabemos qué es lo que pasa. El mejor ejemplo creo que es Brasil. Un gobierno irresponsable como el de Bolsonaro que le dio la espalda al peligro tremendo que era la pandemia y pagó costos sociales muy grandes, que al final se van a revertir en costos económicos.
TropiPay: ¿Qué países latinoamericanos se verían más afectados en una posible desaceleración en la economía global?
Juan Triana: todos. Absolutamente todos. Porque América Latina depende de su sector externo, igual que depende Cuba. Entonces, quizás algunos puedan sacar ventajas, aquellos que producen alimentos. Estoy pensando en Argentina, Uruguay, Brasil, México. Grandes productores de cereales, granos, alimentos. Quizás puedan sacar ventajas, pero va a ser una ventaja muy relativa porque una desaceleración de la economía mundial también significa una desaceleración de la demanda. Claro, lo primero que se desacelera en la demanda son aquellos bienes que no son imprescindibles. Mientras que comer hace falta. En lo último que la gente va a dejar de gastar es en la comida. Pero de todas maneras va a impactar, sin lugar a dudas. Todos los países de América Latina se van a ver afectados, como se va a ver afectado Cuba.
TropiPay: Entonces, ¿cuáles serían las potencialidades, herramientas que podría aportar el emprendimiento para aceleración económica regional?
Juan Triana: en el caso de América Latina, yo creo que el emprendimiento lo que más aporta es resiliencia. Esa capacidad, esa tremenda flexibilidad de acomodarse a situaciones difíciles a bajo costo. Más que todo. De resiliencia incluso en cuanto al empleo. Los costos globales del desempleo en el sector emprendedor tienen menos impacto que cuanto tú tienes que cerrar una empresa de dos mil, tres mil, cinco mil trabajadores. Entonces la resiliencia es muy importante y el emprendimiento es resiliente. Lo demostró en Cuba, lo demostró en América Latina.
¿En qué más? Bueno, en transformarse con muy poco capital. Puede sobrevivir y puede transformarse, adecuarse, adaptarse. Pero siempre habría que verlo dentro de una economía en su conjunto. El emprendimiento no es nada sin las grandes empresas. No lo es. Las grandes empresas son los grandes motores que dan oportunidades al emprendimiento de poder crecer y, sobre todo, de poder transformarse cualitativamente en bienes y servicios más sofisticados desde el punto de vista de la ciencia, la tecnología y la innovación. Eso también es posible, pero para eso hacen falta grandes empresas.
El gobierno de Cuba, por ejemplo, entre la empresa estatal, que es grande generalmente o mediana, y los emprendedores cubanos. Yo creo que es muy importante que eso ocurra y que los emprendedores cubanos vean en la empresa estatal una tremenda oportunidad que ya está ocurriendo mucho. Y que la gran empresa estatal vea una oportunidad en los emprendedores, algo que ya ocurre también. Porque esto, primero le da más espacio de mercado y segundo porque les da más garantías a los emprendedores. Y también a la empresa estatal que puede tercerizar procesos en los que ella no es eficiente para concentrarse en aquellos que sí lo es.
Yo creo que esa idea es básica. Es una idea que el gobierno cubano ha promovido. Se ha logrado en algunas cosas y en otras no. A veces se ha logrado a medias. Hay todavía quien, incluso, dentro del sector estatal no la entiende. Hay quien entre los decisores todavía no la entienden. Igual pasa que dentro de los emprendedores todavía hay quien no la entiende. Pero ya hoy hay pruebas demostradas de que esa relación puede dar frutos muy buenos tanto para el sector estatal como para el no estatal.
TropiPay: Para ir concluyendo la entrevista solamente tenemos tres preguntas más. La primera: ¿cómo será el contexto económico latinoamericano para 2023?
Juan Triana: eso para mí es más difícil de responder. Yo no soy especialista en Latinoamérica en general, hablo de desarrollo fundamentalmente. Pero el contexto, en términos económicos, va a ser muy parecido a lo que está ocurriendo en otros lugares del mundo. Hay mucha incertidumbre en el mundo. Muchísima incertidumbre. Especialmente por la evolución de la guerra en Ucrania, que no es la única guerra, aunque es la más abierta. Tenemos también grandes conflictos en el Oriente Medio. Tenemos conflictos en ciernes en Asia, sobre todo por la política norteamericana en relación a China. Ahí hay grandes tensiones y eso puede que no sea bueno para la evolución de la economía mundial.
Hay presiones sobre los precios. Hay guerras económicas, sin lugar a dudas. Un incremento de los precios de las materias primas que es muy probable que ocurra nuevamente, puede poner en crisis a muchísimas empresas. Puede incluso impactar negativamente en el turismo. La aceleración de los precios del combustible puede ser muy mala para el turismo, porque una parte del turismo utiliza el avión y eso cuesta. El incremento de los precios en los alimentos puede ser también malo, aunque algunos países de América Latina se puedan aprovechar de eso. Yo creo que lo más terrible de todo es la incertidumbre. Lamentablemente este es un mundo donde la incertidumbre ha crecido. Ha crecido por la pandemia; por los conflictos políticos y el impacto de estos conflictos en los resultados económicos y el comercio mundial. Ahí hay un gran problema. Igual con los flujos de inversión.
TropiPay: ¿Cuál cree entonces que serán los sectores económicos de mayor crecimiento en LATAM para 2023?
Juan Triana: Quizás me equivoco, pero, lamentablemente para mi gusto, van a seguir siendo los sectores que producen alimentos, los sectores primarios. Por lo que puede pasar con los precios de los alimentos, por lo que está pasando con países tan importantes en la producción de alimentos como Ucrania y Rusia. Pues evidentemente ahí hay un espacio grande para seguir produciendo alimento y seguir reprimarizando las economías latinoamericanas.
TropiPay: ante este contexto, la última pregunta va a saber cómo nos preparamos para ello. ¿Nos podría dar consejos para saber cómo prepararnos tanto en la economía familiar como en la empresarial?
Juan Triana: yo esa pregunta me cuesta mucho trabajo dar consejos de cómo prepararse. Yo creo que América Latina en general está pasando por un proceso de movimiento más de centro y más de izquierda. Hoy nos despertamos con la noticia de que ya hay un acuerdo entre Brasil y Argentina y propuesta de la CELAC para sacar una moneda regional, para ir rompiendo el dominio del dólar sobre las economías latinoamericanas. Eso es muy bueno y es de esas medidas que pueden permitir prepararse a América Latina para este año y para el futuro.
Yo creo que la posibilidad de que se fortalezcan uniones importantes en LATAM, entre sus países, con proyectos concretos, y ahí la CELAC juega un papel importante, puede ser también una vía para amortiguar los efectos del contexto. Y hacen falta políticas industriales. Hacen falta políticas productivas, sobre todo, políticas públicas que incentiven la transformación de la estructura económica de América Latina, de su sistema productivo. Políticas que nos permitan empujar hacia la producción de bienes más sofisticados, que puedan diversificarse los mercados y los productos. Y lógicamente también hacen falta políticas sociales que complementen lo que el mercado no puede hacer. Así como que contribuyan a mejorar los niveles de equidad en América Latina. La prosperidad pasa por ahí definitivamente y no se puede avanzar sobre la base de la no prosperidad.
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