Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Tiempo de lectura estimado: 14 minutos

¡Vamos a invertir! ¡Sí! Si no fuera así, ¿por qué entonces estarías leyendo este artículo? Aunque puede que aún no te hayas decidido, tal vez en el futuro (no tan lejano) ya tengas la seguridad para dar tus primeros pasos más determinantes. Puede que ahora mismo no sepas qué hacer, o incluso las dudas del “no saber” estén revoloteando tu cabeza. Pero, el mero hecho de que te detengas a leer sobre inversiones ya comienza a abrir tu mente a ellas. Por si fuera poco, comienza a disipar la bruma que sobre nuestras cabezas existe cuando no conocemos sobre un tema. He de decirte que llegaste al lugar indicado, pues aquí pretendemos ayudarte a iniciar tu viaje por el mundo de las inversiones, empezando por la sencillas.

¿Qué son las inversiones?

Para decirlo de una forma coloquial, invertir significa destinar algún recurso a un proyecto. Este recurso pudiera ser tiempo o dinero, y el proyecto pudiera ser un negocio o activo. La intención detrás de esto es obtener un retorno en el futuro. Como cuando compras un bien, como puede ser una casa, y luego la vendes a un mayor valor.

Sí, es algo así como cuando destinas tu tiempo a jugar con el móvil o entretenerte en las redes sociales. Pero con una “pequeña” diferencia: la expectativa de obtener un beneficio futuro por eso que haces. Y pudieras decir: pero usando el móvil también obtengo beneficios, como aprender algo nuevo o recibir ingresos a partir de algún trabajo remoto. Si ese es tu caso: ¡felicidades! Estás realizando una inversión razonable; pero siendo honestos, esta no es la realidad de la mayoría de las personas.

Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Y si quisiera invertir, ¿qué debo hacer?

Mmm… la pregunta que todos nos hacemos cuando estamos en pañales sobre estos temas. No te sientas mal, hasta el más exitoso inversor comenzó su carrera en esta materia sabiendo nada. Pero de la ignorancia se puede salir, sobre todo si tienes interés para hacerlo y cuentas con los recursos disponibles (incluso los gratuitos) que puedes encontrar por Internet. Así que, si deseas seriamente comenzar a dar tus primeros pasos sobre el camino de las inversiones, hay elementos que no debes pasar por alto.

1.    Analiza tu situación financiera

Antes de dar cualquier paso en el campo de la inversión, necesitas considerar tu situación financiera. Tienes que poner los pies sobre la tierra (que en definitiva es donde vives) y analizar precisamente cómo es que vives. Debes conocer cuáles son tus ingresos sistemáticos, tus gastos básicos mensuales, tus posibilidades de ahorro y, en especial, las deudas que posees. Conocer esto y analizar cuánto dinero pudieras destinar para invertir es vital para poder comenzar con pasos seguros en este proyecto. Tener tu propio plan de finanzas es vital para poder actuar de manera inteligente.

2.    Define tus objetivos de inversión

Todo el que invierte lo hace por algo. Así sea por el simple placer de hacer crecer su dinero, la idea es que tengas un motivo, una razón por la cual estás realizando la inversión. Tal vez quisieras en un futuro poder comprarte una casa propia, o un auto moderno, o poder dedicarte a viajar en tus vacaciones, o asegurar tu vejez, o realizar donaciones a las causas que compartas, o reunir para la educación de tus hijos, etc. Lo importante es que tengas claridad respecto al porqué vas a invertir.

Esto te ayudará mucho a la hora de tomar ciertas decisiones, por ejemplo, te permitirá saber:

  • cuánto dinero necesitarás para lograr ese proyecto,
  • cuánto necesitas invertir regularmente para alcanzarlo,
  • cuánto tiempo tienes para invertir,
  • qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir, etc.

Así, podrás comenzar tu inversión con un norte que te sirva de guía. Por supuesto, con el paso del tiempo podrás ir revisando tus objetivos y ajustando tus estrategias de inversión conforme sea necesario. Ya sabes que la vida es muy variable y con el tiempo tus proyectos pueden modificarse, así que también deberás mantener actualizados tus objetivos.

3.    Estudia, investiga y edúcate en finanzas

Tal vez al leer este subtítulo hayas entornado los ojos, y te entendemos. Sentarse a estudiar algo puede ser aburrido, sobre todo si no te gusta mucho hacerlo. La mayoría prefiere los trucos rápidos y fáciles, o en su defecto prefiere que otros le digan cómo hacerlo de manera efectiva. Sin embargo, si algo sale mal, en ese mismo instante comenzamos a maldecir y culpar a otros de la responsabilidad que siempre va a ser nuestra.

Analiza que, en última instancia, el dinero es nuestro, la decisión de guiarnos por otro fue nuestra, y, por tanto, la responsabilidad de cualquier pérdida y sus consecuencias, será siempre nuestra. Por eso, lo más sensato es aprender de eso en lo que vamos a colocar nuestro dinero. Aunque al final dejemos en manos de asesores o de terceras partes la decisión de las acciones a realizar, siempre es bueno conocer al respecto. A la larga, te traerá más seguridad.

4.    Identifica qué tipo de inversor eres

Esto es algo que las personas pueden pasar por alto pero que tarde o temprano comienza a pasarles factura. La tranquilidad de poder dormir bien por las noches y no tener el corazón en la boca constantemente no es algo negociable. Por esto, necesitas saber no solo lo que quieres, sino además cuánto estás dispuesto a arriesgarte por alcanzarlo. Así que averigua si eres del tipo de inversor que puede manejar altos riesgos, como el inversor agresivo o arriesgado; o del que es capaz de asumir determinado nivel de riesgo, pero no tan alto, como el inversor moderado; o del que prefiere ganar poco, pero mantener el riesgo bien bajo, como el inversor conservador. Solo así las decisiones que tomes te permitirán mantener tu paz.

5.    Decide cómo vas a invertir y qué tipo de inversión realizarás

Para invertir hay tres formas básicas o enfoques que puedes poner en práctica. Puedes:

  • Hacerlo tú mismo, o sea, eres tú quien realiza directamente todas las operaciones. Esto implica haber hecho bien la tarea de estudiar y saber lo que se hace. Al mismo tiempo, es la opción con costos más bajos, pues muchas agencias de inversión ofrecen operaciones gratuitas si las haces tú mismo.
  • Crear una cuenta administrada por un servicio de inversión en línea. Estos servicios se encargan de encontrar las opciones de inversión que mejor se ajustan a tus necesidades y situación personal, a cambio de un determinado cargo por su trabajo. Tú les provees determinada información, como puede ser tu edad, cuánto dinero posees para invertir, de cuanto tiempo dispones para la inversión y cuánto riesgo estás dispuesto a asumir. Ellos entonces se encargar de crear una cartera de inversión a tu medida. Por lo general, estos servicios pueden ser generados por gestores humanos o por algoritmos de computadora. En cualquier caso, también te acompañan a reajustar tu cartera en función de tus necesidades y los cambios que se evidencien en el mercado.
  • Contratar a un asesor financiero. Esta es otra opción que implica consultar con un asesor las operaciones más adecuadas que puedes realizar en función de tus necesidades. Por lo general, los asesores suelen cobrar cargos más altos que la opción en línea, y también suelen requerir un nivel de activos más alto.
Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Una vez que ya tienes decidido el enfoque que emplearás para realizar tu primera inversión, toca decidir qué tipo de inversión vas a realizar. Y para ello precisamente hemos creado este artículo, para mostrarte alguna de las inversiones más sencillas que puedes valorar para comenzar a invertir.

Inversiones sencillas para principiantes

Como principiante al fin, aún tienes mucho que aprender, y entre eso están precisamente los tipos de inversiones que puedes realizar. Recorramos entonces algunas inversiones sencillas que como principiante puedes valorar.

Inversión en acciones de empresas

Este tipo de inversión implica destinar un dinero para adquirir una parte de una empresa. Por lo general, se recomienda investigar qué empresas tienen un mayor potencial de crecimiento y se escogen aquellas que pudieran tener un mejor desempeño. Así, si la empresa va bien el valor de las acciones adquiridas puede aumentar y se pueden recibir buenos dividendos.

Entre las inversiones sencillas, esta tipo tiene el potencial de altos retornos a largo plazo, aunque con un mayor riesgo, pues depende del desarrollo de la empresa. Invertir en acciones suele ser una opción bastante popular entre principiantes, quienes suelen comenzar con cantidades pequeñas o fracciones de acciones a través de plataformas de inversión. Se recomienda invertir en empresas grandes y reconocidas, pues tiende a ser menos riesgoso que en empresas más pequeñas. No obstante, siempre es apropiado diversificar tu cartera para mitigar riesgos. Recuerda que el mercado puede ser volátil y es preciso tener visión a largo plazo y ser pacientes.

Cuentas de ahorro de alto rendimiento

Esta es de los tipos de inversiones más sencillas, que como su nombre lo indica consiste en abrir una cuenta de ahorros de alto rendimiento. Estas son cuentas bancarias en las que puedes guardar tu dinero, pero que poseen tasas de interés más altas que las cuentas de ahorro comunes. De esta manera, tu dinero crece con un riesgo bajo y puedes acceder a él en cualquier momento sin penalizaciones. Su gestión es fácil y en ocasiones puede gestionarse a través de bancos en línea. Esta es una de las formas más sencillas de comenzar a invertir mientras se comienzan a explorar otras oportunidades. La recomendación siempre es buscar cuentas con tasas competitivas y sin cobro de comisiones.

Fondos indexados

Estos son inversiones que agrupan el dinero de muchas personas para comprar muchas acciones al mismo tiempo. En lugar de comprar acciones de una sola empresa, compras una pequeña parte de muchas. Estos fondos buscan replicar el rendimiento de un índice de mercado específico, como el S&P 500. Con esto lo que hacen es invertir en todas o en una muestra representativa de las acciones que componen ese índice, que incluye 500 de las empresas más grandes de Estados Unidos. Esta es una opción muy popular entre los principiantes por su simplicidad y bajo costo en comisiones. Suelen tener un riesgo bajo al permitir la diversificación automática, pues la inversión está distribuida entre muchas empresas. Así, el inversor está protegido si una empresa no va bien porque tiene otras que pueden estar creciendo.

Fondos cotizados en bolsa (ETFs)

Este tipo de inversión se parece a los fondos indexados, pero los diferencia en que puedes comprarlos y venderlos en bolsas de valores como si fueran acciones. Esto lo puedes hacer a lo largo del día mientras ves como sube o baja su precio, lo cual ofrece flexibilidad. Este tipo de inversión también es fácil de entender, suele tener comisiones bajas e igualmente permite diversificar tu cartera con una sola compra. Se recomienda comenzar con ETFs que sigan índices amplios (para mantenerlo simple), sectores específicos o incluso commodities.

Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Bonos

Los bonos son como un préstamo que le das al gobierno o a una empresa; es como si le prestaras dinero a un amigo y luego él te devuelve lo prestado más un extra. En esencia, cuando compras un bono lo que estás haciendo es prestando tu dinero a cambio de intereses; son instrumentos de deudas que emiten las empresas o un gobierno a cambio de tu dinero. Además de sencillas, se consideran inversiones más seguras que las acciones pues no solo recibes intereses regulares, sino además sabes exactamente cuándo tu dinero regresará a ti (al vencimiento). Son una buena opción para aquellos quienes no gustan de altos riesgos, pues son menos volátiles y ofrecen estabilidad.

Cuentas de retiro (IRA)

Si lo que buscas es invertir para asegurar tu jubilación, este es un tipo de inversión especial para ello. Constituyen cuentas diseñadas para ahorrar con vistas a tu retiro laboral, que incorporan beneficios fiscales para este fin. A ellas puedes aportar parte de tu salario, y en muchos casos tu empleador también aporta; esto ayuda a fomentar el ahorro a largo plazo. Tus contribuciones a este tipo de cuentas pueden ser deducibles de impuestos, lo que te permite acumular más dinero. Solo pagas impuestos cuando hagas el retiro.

Inversiones en bienes raíces (REITs)

Este tipo de inversión tal vez te sea más familiar. Consiste en la inversión de fondos en propiedades que generan ingresos por su alquiler o venta posterior. El inversor puede comprar propiedades para alquilar o invertir su dinero en compañías que poseen, operan y financian propiedades inmobiliarias que generan ingresos. Puedes comprar acciones de REITs en el mercado de valores, obteniendo exposición al mercado inmobiliario, pero sin la necesidad de comprar propiedades directamente. Constituye una forma de generar ingresos pasivos que suele pagar atractivos dividendos. Asimismo, si no tienes grandes sumas de dinero, puedes considerar plataformas de crowdfunding inmobiliario. De esta manera, puedes invertir pequeñas cantidades en proyectos inmobiliarios, diversificando así tu portafolio.

Criptomonedas

Por supuesto que las criptomonedas no podían faltar aquí. Aunque a simple vista todo lo relacionado con las criptos parece complejo, una vez le tomas el pulso es de las inversiones más sencillas. Bien sabes que estas son activos digitales que emplean criptografía para asegurar transacciones en una red distribuida y controlar la creación de nuevas unidades. Bitcoin y Ethereum tal vez sean de las más famosas, incluso conocidas por aquellos menos familiarizados con las criptomonedas. Este tipo de inversión, aunque tiene el potencial de generar altos retornos, posee una volatilidad igual de alta; y proporcionalmente, un alto riesgo. Se recomienda siempre estudiar e investigar bien cada proyecto antes de decidir en cuál efectuar tu inversión.

Inversiones sencillas para principiantes: guía práctica

Microinversiones

Estas inversiones son las que se realizan a través de plataformas que permiten invertir pequeñas cantidades de dinero en acciones o fondos. A menudo la inversión se realiza al redondear tus compras. Por ejemplo, si compras algo que cuesta $2.50, la aplicación lo puede redondear a $3.00 y emplear esos 50 centavos para la inversión. Como puedes darte cuenta, constituye una buena opción para principiantes, no solo porque permite ir aprendiendo sobre inversiones, sino porque además lo hace sin comprometer mucho capital. Incluso, puedes no tener mucho dinero para invertir y aun así poder hacerlo. Esta opción reduce el temor que suelen generar las inversiones, sobre todo en aquellos con baja tolerancia al riesgo.

Robo-Advisors

Si gestionar tus propias inversiones, por muy sencillas que sean, no es lo tuyo, esta puede ser una alternativa a considerar. Los robo-advisors son plataformas automatizadas que crean y gestionan una cartera diversificada sobre la base de tus objetivos financieros, posibilidades y tolerancia al riesgo. Con solo responder algunas preguntas sobre tus metas ellas harán el resto. De esta manera, puedes estar invirtiendo sin estar al frente tú directamente.

Y hasta aquí esta pequeña guía que pretende ayudarte a introducirte en el mundo de la inversión conociendo algunas de las inversiones más sencillas para principiantes. Esperamos que al menos te haya despertado la curiosidad por investigar más y valorar dar tus primeros pasos. No esperes más para invertir, que ya vas tarde. Recuerda que no compites contra otros, sino contra tu propio tiempo y por tus objetivos.