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El helado nos acompaña en momentos de felicidad y llega a ser una fuerte dosis de dopamina que supera a cualquier tristeza. Nos remonta a recuerdos de infancia y nos produce tal placer paliativo que destrona cualquier remordimiento. Por ello, hoy conocemos a Antonio Camacho, uno de los mejores maestros heladeros cubanos del mundo y la razón que nos trae hoy aquí: Monte Freddo.
En Calle San Rafael #1209, entre Ronda y Mazón, en el apartamento 11 del edificio Victoria, se encuentra una parada en el camino de la felicidad. Una oda al goce y de los emprendimientos cubanos más reconocidos. Es casi imposible no dejarse tentar si pasas cerca.
Si bien no podemos afirmar que en Monte Freddo tengan la receta absoluta de la felicidad, estamos convencidos de que están a punto de lograrla. Por supuesto, tenemos evidencias que lo demuestran:
- Cualquiera que haya andado por las calles de Cuba en horas del mediodía, sabrá que la felicidad se parece mucho a un helado. Precisamente lo que vende Monte Freddo: helado artesanal con alta dosis de felicidad.
- Dejan claro una cosa: el dinero no es base de la felicidad, pero probar uno de sus dulces, pasteles o cakes le pinta una sonrisa en la cara a cualquiera.
- Permiten el pago mediante TropiPay, facilitando todo el proceso. ¿Qué más necesitas para convencerte?
Monte Freddo es heredero de la experiencia de un proyecto anterior, la dulcería-pastelería Burner Brothers. Además, el nombre es un guiño a una región italiana, de mismo nombre, con una cultura heladera muy particular. Dicha tradición es la que pretendía recrear el creador de esta heladería, Antonio Camacho, bajo los preceptos de un trato cordial, ofertas y sabores atractivos con la mejor calidad.
Precisamente, desde TropiPay estuvimos conversando con Antonio y sobre su faceta emprendedora. Si estás interesado en saber más sobre cómo este emprendedor cautivó a todos sus fieles seguidores, no te pierdas esta minientrevista.
Tabla de contenidos
¿Qué te animó a emprender?
Antonio: Yo te diría que mi naturaleza. Yo me sentía super desencajado en la escuela. Las instituciones me estorban, me molestan. Necesitaba crear algo que fuera mío. Y obviamente el mundo de repostería y heladería siempre me fascinó por una cuestión meramente personal. Encontré mi carrera en eso.
¿Tienes algún hábito que te ayude a ser más productivo durante el día?
Antonio: El hábito que me hace ser productivo es todo lo contrario a durante el día, es durante la noche. Me siento mucho más cómodo trabajando de noche. Hay menos personas estorbando. Tengo el laboratorio para mí. Puedo darle rienda suelta a la creatividad.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío como emprendedor?
Antonio: Encontrar el lugar correcto en el mercado para mi producto. Creo que hasta ahora no has ha ido mal. Creo que hemos encontrado donde nos hemos logrado identificar y hacer la diferencia.
¿Qué aconsejarías a otros emprendedores?
Antonio: Yo diría que es un consejo probablemente innecesario porque todos son buenos: si verdaderamente eres emprendedor, ¡hazlo! No le tengas miedo. Si piensas que emprender es fácil, mejor no lo hagas.
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