Locuras financieras hechas por amor

Locuras financieras hechas por amor

El amor es una emoción poderosa que puede hacer que la gente haga cosas increíblemente locas, incluso con su dinero. Desde comprar regalos costosos hasta gastar grandes sumas de dinero en bodas extravagantes. Hay muchos ejemplos de personas que han hecho locuras financieras por amor. En este artículo exploraremos algunos de los mayores ejemplos de locuras financieras hechas por amor.

Locuras financieras hechas por amor de los famosos

Obviamente, los famosos, celebrities e influencers tienen el número 1 a la hora de desembolsar cuantiosas sumas por amor. Ejemplos hay miles:

  • Mariah Carey renovó sus votos con Nick Cannon en compañía de sus familiares y amigos cercanos. Nada fuera de lo común si no hubiera rentado todo Disneyland para ellos solos.
  • Justin Bieber se la dio de novio perfecto para Selena Gómez, comprando todo lo que encontró en una florería. Resultado: 2 mil dólares en flores y ramos. Una bagatela comparada con los 475 mil que gastó en rentar el Staples Center de Los Ángeles, estadio de los Lakers, para tener una cena romántica con ella, viendo Titanic. Todo un caballero… ¿nos preguntamos qué pudo haber salido mal?
  • Jay-Z le regaló a Beyoncé un Smartphone de platino con incrustaciones de diamantes, valuado en 24 mil dólares. Ella en cambio, le compró uno de los autos más costosos del mundo, un Bugatti Veyron Grand Sport de un valor de 2 millones. Algo desproporcionado el costo ¿no?
  • David Beckham también desembolsó dos millones para regalarle un juguete muy íntimo a su esposa Victoria.
  • Brad Pitt gastó 18 mil 500 dólares en un árbol de Olivo de 200 años para su entonces prometida Angelina Jolie. En cambio, ella le regaló nada más y nada menos que una isla en forma de corazón, valuada en 20 millones de dólares.
Locuras financieras hechas por amor

Sin embargo, no todas las locuras por amor son costosas. Hay ejemplos que demuestran que las personas enamoradas también son capaces de renunciar a riquezas y lujos:

  • Eduardo VIII pasó a la historia por ser el único monarca inglés en abdicar al trono voluntariamente. Lo hizo por amor, para poder contraer matrimonio con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada.
  • Pasó parecido con Felipe de Edimburgo quien, siendo príncipe de Grecia y Dinamarca, renunció para casarse con la princesa Elizabeth. Si bien no podemos decir que tuvo una vida de privaciones, Felipe nunca fue considerado rey, ni siquiera rey consorte, de Gran Bretaña.
  • Recientemente, en 2021, la princesa Mako de Japón renunció a su título para casarse con su novio de la universidad. Japón no permite que las mujeres de la familia imperial puedan casarse con un plebeyo, sin renunciar a su título real. En cambio, a los hombres sí les es permitido. Mako no solo renunció a su estatus real, sino a los ritos de una boda real y al pago, de alrededor de un millón de dólares, ofrecido para mantener su nivel de vida.

Locuras financieras por amor protagonizadas por no famosos

Sin embargo, los famosos no son los únicos que hacen locuras financieras por amor. Algunas personas desconocidas también han protagonizados grandes locuras de amor. Sin embargo, no todas tienen finales felices. Algunas han terminado en lo que se conoce como estafas románticas:

Estafas románticas

  • En marzo de 2022, Lucio Lara vendió su casa para traer al supuesto amor de su vida, conocido mediante Facebook: una soldado en Siria a punto de ser enviada a la guerra ruso-ucraniana. Sin embargo, después de depositar 20 mil dólares para trámites de viaje, inmigración y boda, Lucio entendió que todo era una estafa luego que la mujer siguiera pidiendo dinero.
  • Sin embargo, a finales del 2022 el caso de Cy estremeció al mundo. Cy, un hombre movido por el amor a su esposa, padre e hijo, buscó la manera de ganar más dinero y mejorar la calidad de vida de su familia. Pero no buscó en el lugar correcto. En cambio, protagonizó, como víctima, la superestafa por matanza de cerdos del año, perdiendo 1.2 millones de dólares.

No obstante, no todas las locuras financieras terminan en una estafa o mal. Todavía los románticos tenemos esperanzas.

Locuras financieras con finales felices

  • ¿Quién necesita una casa cuando puedes tener una gruta como nido de amor? En 1940, Liu Goujiang de 19 años se enamoró de una viuda mayor que él. Buscando ser felices sin ser juzgados por la sociedad, se fugaron para vivir en una cueva en la montaña, que hicieron perfectamente. Lo más increíble fue que Liu construyó con sus propias manos una escalera de 1 500 peldaños para que su amada pudiera bajar cómodamente. Más allá del romanticismo, imagina todo lo que se ahorraron en hipoteca, impuestos y construcción. Quizás deberíamos aprender más de la cultura financiera china
  • Y si de romanticismo hablamos, no podemos obviar la historia de Ana y Pablo en la isla de los siete colores en San Andrés, Colombia. Lo que empezó como un fin de semana romántico, terminó en una de las propuestas de matrimonio más originales (y costosas) que conocemos. Mientras buceaban Pablo encuentra una pequeña ostra y va a enseñarle a Ana la perla dentro. Lo que no había perla, sino un anillo de compromiso. Ana dio el ¡sí, quiero! debajo del agua. Como ves los famosos no son los únicos que se gastan una fortuna en hacer locuras financieras por amor.
  • Por último, tenemos el caso de John Wojtowicz el hombre que robó un banco por amor en 1979. Su objetivo era conseguir el dinero para financiar la operación de cambio de sexo para su pareja Ernest Aron. Si bien el robo no funcionó y Wojtowicz fue preso por 20 años, el atraco fallido inspiró la película Tarde de Perros (Dog Day Afternoon), dirigida por Sidney Lumet en 1975 y protagonizada por Al Pacino. Wojtowicz dio el dinero obtenido por la película a su pareja, quien finalmente se realizó la operación y se convirtió en Liz Eden. Wojtowicz vivió orgulloso de su atraco ya que, gracias a este, salvó la vida de su amor.

En conclusión, las locuras financieras hechas por amor son un fenómeno común que afecta a muchas personas en todo el mundo. A pesar de que pueden ser impulsadas por una profunda conexión emocional, también terminan en desastres financieros, afectando negativamente su vida. Por lo tanto, sin dejar morir el romance, es importante ser conscientes no solo de nuestros sentimientos, sino de nuestras finanzas. Solo así podremos adoptar medidas prudentes antes de tomar decisiones financieras impulsadas por el amor.