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El reconocimiento laboral es una práctica bastante subvalorada dentro del mundo empresarial. Esta puede entenderse como cualquier iniciativa llevada a cabo por la empresa con el fin de reconocer el trabajo realizado por el empleado. Dentro de este se puede incluir no solo un buen trabajo, sino también una conducta o acción efectiva que haya contribuido positivamente con el avance de la empresa.
En la actualidad no son pocos los que le restan importancia a esta práctica. Muchos son de la opinión que no es necesario reconocer el trabajo de los empleados porque al final es justamente eso lo que ellos deben hacer; en otras palabras, es precisamente por hacer eso que se les paga. Sin embargo, numerosos estudios recientes han demostrado que la falta de reconocimiento genera desmotivación y esta es una de las principales causas de abandono del puesto de trabajo.
Tabla de contenidos
¿Por qué es importante el reconocimiento laboral?
Sentir que uno es importante y que su labor en la empresa contribuye al éxito de la misma estimula al trabajador a esforzarse más en su trabajo. Si además la empresa muestra interés en este y lo elogia por los buenos resultados obtenidos, crecerá su regocijo y repercutirá positivamente en su desempeño.
El reconocimiento laboral está estrechamente vinculado con el salario emocional. La práctica del reconocimiento alimenta la motivación de los trabajadores, la cual es un pilar fundamental para el buen trabajo. Ya hemos hecho referencia en posts anteriores de cuán importante es lograr mantener motivados a nuestros trabajadores y de los beneficios que acarrea. Por esto, mantener al trabajador motivado también pasa por reconocer su trabajo y esfuerzo en lo que realiza.
No se trata de reconocer por reconocer, sin un motivo u objetivo puntual; con eso no se logra absolutamente nada, de hecho, puede incluso llegar a ser contraproducente. Se trata de valorar lo que tus trabajadores le aportan a la empresa con su trabajo e incluso al propio ambiente laboral y al resto de los trabajadores. Por otra parte, el reconocimiento debe realizarse de forma personal. Esto significa que cada empleado o equipo de trabajo tiene habilidades y destrezas particulares que deben ser valorados. Se debe ser claro en la razón por la que se reconoce, para evitar caer en la banalidad de un reconocimiento sin sentido o por compromiso.
¿Qué se debe reconocer?
Lo que se debe reconocer es determinado fundamentalmente por cada empresa, pues todas tienen diseños y dinámicas muy particulares. No obstante, algunos de los elementos a tener en cuenta a la hora de realizar un reconocimiento laboral pueden ser los siguientes:
- Las buenas ideas. No solo se deben considerar aquellas que ya se han convertido en hechos tangibles, sino también las que potencialmente en el futuro contribuirán al avance de la empresa.
- Los resultados obtenidos. Un resultado de calidad siempre será digno de reconcomiendo. Teniendo en cuenta que pudo haberse logrado con mucha menos calidad, el resultado final habla del esfuerzo y dedicación que le imprimió el empleado a su trabajo.
- El logro de objetivos. Aunque ese sea el trabajo que debe realizar el empleado, el logro de un objetivo de manera efectiva también impacta directamente en el avance de la empresa.
- Desempeño. Este elemento es determinante. En muchas ocasiones los trabajadores tienen las mejores intenciones de realizar con éxito alguna tarea, sin embargo, su desempeño no es el óptimo para el logro de la misma. Reconocer el desempeño adecuado es fundamental.
- Acciones, comportamientos y disposición. Algunas tareas que asumimos y actitudes que mostramos ante determinada actividad pueden ser un claro ejemplo del espíritu que desea impulsar la empresa. En ese caso, su reconocimiento comunica las pautas que la empresa agradece y espera de sus empleados.
- Los fracasos productivos. No todo lo que nos proponemos llega siempre a feliz término. Sin embargo, el esfuerzo realizado por su consecución, a pesar del fracaso, merece ser reconocido; es una manera de que tenga utilidad en el futuro.
Tipos de reconocimiento laboral
Existen varios tipos de reconocimiento laboral y, por ende, se pueden realizar diversas clasificaciones según el enfoque que se les dé.
De acuerdo a su carácter de publicidad
Reconocimiento laboral público Es aquel reconocimiento que se hace en presencia de los otros trabajadores. Aquí se comunica a todos el valor del trabajo realizado por determinado empleado, lo cual supone también un beneficio moral dada la notoriedad pública que alcanza su labor. | Reconocimiento laboral privado Es aquel reconocimiento que se hace exclusivamente con el trabajador en cuestión. Existen ocasiones en que esto deviene como más aconsejable. Suelen ser más personales y contribuyen a reforzar el compromiso del trabajador con la empresa. |
De acuerdo a las ganancias que reportan para el trabajador
Reconocimiento laboral monetario
Es aquel reconocimiento en el que el trabajador recibe algún beneficio monetario por el trabajo realizado. A pesar de ser un estímulo bien recibido por el trabajador, su manteniendo invariable le va restando el propio carácter de reconocimiento que tiene y pierde eficacia. Se recomienda no aplicarlo en solitario, debe acompañarse de otras acciones o gestos. Algunos ejemplos de reconocimientos laborales monetarios pueden ser:
- Incrementos salariales
- Tarjetas de regalo o bonos
- Comisiones
- Remuneración por desarrollo profesional
- Descuentos en determinados servicios
- Otorgamiento de atracciones pagadas (una mesa en un restaurante, un fin de semana en un hotel, entradas a determinado espectáculo, entre otras)
Se piensa erróneamente que este tipo de reconocimiento es el mejor que existe. Sin embargo, este pensamiento lo único que hace es cerrar las puertas a esas disímiles opciones para reconocer que no necesariamente implican retribución monetaria.
Reconocimiento laboral no monetario
Es aquel reconocimiento que no involucra el otorgamiento de remuneración al trabajador. Y aunque pudiera parecer de poca importancia, ciertamente es una de las formas que resulta sumamente atractiva y consigue mayor implicación del trabajador. Incluso los simples reconocimientos verbales o gestuales, van marcando la diferencia. Algunos de los reconocimientos laborales que se engloban dentro de esta categoría son los siguientes:
- Promociones de puestos de trabajos
- Desarrollo de carrera profesional
- Certificados de logros
- Flexibilidad de horario y ubicaciones
- Otorgamiento de días libres
- Asignación de responsabilidades o funciones atractivas y deseadas
Beneficios derivados de la práctica del reconocimiento laboral
Una pequeña acción, como lo es el reconocimiento por el buen trabajo realizado, puede desencadenar indiscutibles beneficios para ambas partes. Veamos a continuación algunos de los más comunes.
Demuestra aprecio y motiva a los empleados
El hecho de recibir un reconocimiento de parte de un superior por el trabajo realizado, transmite la idea de que el trabajador está siendo bien valorado. Que a los ojos de la empresa, su trabajo es apreciado y esto, como efecto dominó, motiva al trabajador a dar cada vez más de sí. Con esta simple acción se logra hacerles consciente que su trabajo es importante y vital para la empresa, que son tenidos en cuenta, valorados y escuchados. Asimismo, se les hace sentir que sus esfuerzos han valido la pena y contribuyen con los logros de la empresa. Conocer esto, imprime en los trabajadores fuertes motivos para seguir esforzándose.
Fortalece el compromiso y la lealtad de los empleados con la empresa
Cuando un empleado siente que su empresa se preocupa por él y valora su trabajo y sus aportes, va creciendo poco a poco el compromiso de este con la empresa. Al mismo tiempo, va desarrollando un sentido de pertenencia que lo motiva a seguir trabajando para ella, serle leal y contribuir con su avance.
Refuerza el comportamiento deseado
Cuando se premia una conducta o trabajo bien realizado, no solo se está resaltando el buen accionar del trabajador. En este sentido, también se está haciendo énfasis, tal vez implícitamente, en que ese comportamiento o ese tipo de resultado en particular es el que está deseando la empresa. En otras palabras, es una forma de recompensar el logro del “deber-ser” de algo, en este caso, de un proceso empresarial. De esta sutil menara se les hace saber a todos los trabajadores aquello que se está realizando bien y cómo corregir lo que deba perfeccionarse.
Mejora la autoestima y autoconfianza del trabajador y disminuye el ausentismo
El trabajador en ocasiones puede sentir que no es suficientemente bueno para el trabajo, más aún cuando no recibe retroalimentación de sus superiores respecto a sus resultados. Asimismo, puede llegar a pensar que no es necesario para la empresa, lo cual hace que su autoestima disminuya grandemente. Cuando esto ocurre, suele aumentar su ausentismo y, por ende, se ve afectada su productividad y la de la empresa. Reconocer el desempeño de un trabajador, aunque pueda parecer trivial, tiene gran importancia para él. Así, se sentirá valorado, reconocido e influirá positivamente sobre su autoestima y autoconfianza. Se esforzará cada día por seguir mejorando y estará más dispuesto a asumir nuevos retos.
Contribuye con el aumento de la productividad individual y empresarial
Cuando un empleado es valorado por su accionar y resultados, se siente motivado para imprimir más dedicación a su trabajo. En este sentido, contribuye con su propia productividad y, a su vez, con la de su empresa.
Promueve un buen ambiente de trabajo, la colaboración entre equipos y una sana competencia
Sentir que tu trabajo es reconocido estimula los deseos de crecerte y ser cada día mejor. En este sentido, se promueve una autosuperación constante que nace de uno mismo; esto pudiera ser entendido como una competencia consigo mismo, en lugar de una competencia malsana y sin razón con otro compañero. Así, se va creando poco a poco una cultura de esfuerzo, superación, colaboración, lo cual resulta beneficioso para los trabajadores y al mismo tiempo, para la empresa. Igualmente, si la cultura organizacional de la empresa promueve a su vez el trabajo en equipos, los propios empleados buscarán aunar fuerzas para el logro de los objetivos comunes.
Retención del talento y disminución de la rotación y abandono del puesto de trabajo
Mantener al empleado motivado por su trabajo es fundamental para lograr retenerlo. Aunque no lo parezca, una de las técnicas más sencillas para lograrlo es a su vez de las más simples y baratas: y es precisamente el reconocimiento. Todos los beneficios que hemos mencionado contribuyen significativamente al bienestar del trabajador en esa empresa y, por ende, la idea de abandonarla escasamente cruzará por su mente. Lograr encontrar un trabajo en el que uno se sienta bien con el entorno y con lo que hace, y al mismo tiempo sea reconocido, es bastante difícil. Cuando uno ya lo tiene, suele pensarlo dos veces antes de decidir abandonarlo.
Impulsa la transformación del jefe en líder
La idea arcaica del jefe como aquel ente inaccesible que ordena tareas y no rinde cuentas ya no es fructífera en la actualidad. De hecho, un jefe que no se comunique con sus trabajadores corre el riesgo de poner en peligro la propia productividad de su empresa. Con todo, el verdadero jefe es aquel que no solo indica las tareas a realizar, sino que supervisa, retroalimenta, escucha, motiva, brinda ayuda a sus empleados, se relaciona con ellos, establece una comunicación abierta. Así, se pasa de ser un mero jefe de estilo ordene y mando, a convertirse en un auténtico líder cuyos trabajadores lo seguirán, incluso sin pedírselo. Sobre este interesante tema profundizaremos un poco más en nuestro próximo post.
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