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Juan Carlos Blaín es de los más prolíficos empresarios cubanos. Durante más de 10 años ha creado soluciones en el sector gastronómico para el mercado cubano con valores innovativos y de responsabilidad social. De un negocio de hamburguesas en su época de estudiante universitario a una red de puntos de venta con la marca Juanky’s Pan, y ahora con su empresa JKY y el recién inaugurado KO Minimercado, Juan Carlos muestra su versatilidad, capacidad de resiliencia y de adaptación.
En esta entrevista, conversamos sobre su experiencia y nuevos proyectos, tomando como base su inteligencia financiera para escalar y expandirse en Cuba.
Juan Carlos Blaín: JKY es de los nuevos actores económicos que tenemos en el país. Es una MIPYME S.R.L., soy socio con mi papá. Nace de las operaciones y la dirección logística que tenía Juanky’s Pan. Se decide crear una empresa que su objeto social fuera operador logístico en un momento oportuno porque la logística es una de las principales necesidades de emprendimientos y restaurantes en nuestra economía. Debilitamos mucho los restaurantes por falta de materias primas, entonces con esta solución de operador logístico podemos acceder a otros mercados, a otras gestiones más novedosas para poder sumistrarle a nuestros clientes. Es el caso de Juanky’s Pan que se convierte en un cliente de JKY.
O sea, JKY tiene esta función de operador logístico para Juanky’s Pan y otras…
Juan Carlos Blaín: y otras ventas mayoristas, como restaurantes y tiendas online, consiguiendo acceso a pagos del exterior. Usamos TropiPay como herramienta para poder recibir estos pagos. Así, a través de la venta online, damos una solución a las importaciones de productos. Hoy vendemos artículos de producción nacional, por ejemplo malangas, zanahorias, carnes, etc., y con el Saldo TropiPay tenemos un pago en el exterior. Con eso hacemos una ingeniería inversa para comprar leche o aceite, que son materias primas fundamentales en restaurantes y hogares.
Parece complicado. Comenzaste con una idea clandestina universitaria vendiendo hamburguesas y ahora, 12 años después, tienes estas empresas. ¿Cómo sabes cuándo tienes que salir del punto en el que estás para comenzar a escalar el negocio?
Juan Carlos Blaín: Yo creo que fueron momentos de crisis. No sabíamos cómo diseñar, con los procesos y el funcionamiento que tenía Juanky’s Pan, soluciones a los problemas a largo plazo.
Ponme un ejemplo.
Juan Carlos Blaín: Teníamos materias primas que había que comprar en MLC, pero cuando el restaurante vendía a los clientes minoristas pagaban en moneda nacional. Con esa moneda nacional no podíamos comprar la leche, la cerveza o cualquier cosa, porque era en otro tipo de moneda. Entonces ahí se rompía un proceso.
Empezamos a diseñar cómo serían los nuevos procesos y detectamos que teníamos que tener acceso a pagos en el exterior porque los proveedores de mercancías quieren que pagues en el exterior. Son cosas que con el modelo de negocio de hace 5 años no funcionaban. Tuvimos que reinventarlo a un 110 %.
Empezamos a trabajar con nuevos clientes, empezamos todo el tema de los contratos, las capacidades de endeudamiento para financiamientos y créditos. Todas esas cosas son operaciones nuevas, contando la estrategia con las empresas estatales. Tratamos de vincular la empresa privada a la empresa estatal para multiplicar rápidamente el crecimiento en el tema de almacén y transportación. Todo eso te lleva a una reinvención por una necesidad que surge de una crisis.
¿Cuál es la relación entre Juanky’s Pan, JKY y KO Minimercado?
Juan Carlos Blaín: JKY es la empresa. No va a tener un marketing, no va a hacer una promoción. Es la parte que controla el cimiento de sus marcas comerciales que son Juanky’s Pan y KO Minimercado.
KO Minimercado es, primero, un sueño como ciudadano de poder ofertar a los clientes productos de importación pero también de producción nacional. A su vez, KO Minimercado tiene puntos de incentivos de producción nacional a proveedores y, con la venta de materias primas también en Saldo TropiPay, podemos importar algunas cosas (necesidades básicas como el aseo o la leche) que no te encuentras en el mercado nacional.
Tu rol ahora mismo dentro de la empresa…
Juan Carlos Blaín: Soy Director Ejecutivo. Nuestra empresa se compone por direcciones: transporte, ventas, contabilidad, comercial y servicios internos. Estamos logrando organizar todo esto en muy poco tiempo según adonde queremos llegar. Mi rol siempre ha sido el tema de la visión y de aprender, porque todos estamos aprendiendo todos los días sobre la marcha y con propensión a fallos. De hecho, dentro de los temas financieros, una de las cosas que estamos aprendiendo a contabilizar es el costo del aprendizaje.
El aprendizaje tiene un costo que cualquier empresario puede evaluar, porque hay acciones que no están escritas en ningún lugar y es todo el tiempo tratando de emprender y de crear un camino para que siga siendo una empresa sostenible.
La visión emprendedora es algo de lo que hemos hablado contigo en otras entrevistas, y su rol esencial dentro de cualquier emprendimiento.
Juan Carlos Blaín: Hemos tenido que cambiar las visiones. Juanky’s Pan tiene una visión que es convertirse en una marca nacional donde pueda haber restaurantes Juanky’s Pan en varias partes, pero tuvimos que frenar eso. Es como retroceder en el tiempo e ir a la logística porque no hacemos nada con crear restaurantes donde después no tengamos abastecimiento. Ahora va a correr Juanky’s Pan junto a un hermano que es KO Minimercado. Incluso se relaciona muy bien, en la estrategia que se está visionando, cómo se complementa un restaurante con un mercado dentro de sus procesos.
¿Cómo es esa estrategia, que dices que se está visionando, desde el punto de vista financiero?
Juan Carlos Blaín: Con la parte financiera somos muy organizados. Una de las cosas que yo aprendí en el transcurso de todo este tiempo es la importancia de conocer cuáles son todos tus gastos, no solo los grandes. Eso te permite hacer un esquema donde puedes ver qué reducir, qué no, en qué estás gastando, si es necesario o no, cuál es el costo real de tu precio… porque a veces olvidamos gastos que, luego, nos comen los márgenes de utilidad.
En nuestra estrategia financiera tenemos diseñado qué va a ser lo nuevo y cómo vamos a tratar a los nuevos clientes, dentro de las mismas ganancias de la empresa. Siempre dejamos unos márgenes para estudiar lo nuevo, cómo vamos a ganar clientes, cómo será la comunicación con ellos, la imagen y la estrategia de cambio.
También es importante separar toda la parte personal de la empresa. Desde Juanky’s Pan al principio siempre mantuvimos separado lo que era personal de la empresa, y eso te da limpieza en toda la contabilidad. Tener capacidad de endeudamiento es algo nuevo. Hoy hablamos de microcréditos para las empresas. Endeudarte te puede dar un crecimiento exponencial si tienes capacidad de liquidez, porque puedes proyectarte y vas lidiando con la deuda, consiguiendo unas finanzas limpias y seguras.
¿Hasta dónde te involucras o delegas?
Juan Carlos Blaín: Últimamente estoy delegando muchísimo, antes creo que hacía más cosas. Ahora estoy en descubrir nuevos caminos que son un poco más complejos. Lo que sí necesito mucho es juntarme y crear equipo, y que nuestro equipo de trabajo esté capacitado, que sean especialistas y sepan lo que están haciendo, no que yo tenga la última palabra.
¿Cuáles son los mecanismos de pago actuales que tienen en la empresa?
Juan Carlos Blaín: Hay muchas herramientas, pero en una venta minorista siempre predomina el cash, al menos por ahora. Es complicado, pero lo tratamos de manipular un poco en las ventas mayoristas y proveedores nuestros, intentando hacer todos los sistemas por transferencia, dejando libres las operaciones.
Entre las herramientas tenemos también a TropiPay, que es muy importante para tener capacidad de pago en el exterior. TropiPay te permite tener una cuenta de empresa y para las empresas cubanas es una de las oportunidades que yo veo más claras. Con esta plataforma puedo pagar o dar algún servicio manejando una cuenta fuera de Cuba y cerrar los ciclos de importación. Muchos están en el aire y no cierran el ciclo: compran en monedas fuertes y venden en moneda nacional ¿y después qué haces con esa moneda nacional? TropiPay es una herramienta para eso.
Una de nuestras intenciones es que los clientes minoristas se interesen en TropiPay porque es un mecanismo para que familiares o personas desde fuera de Cuba puedan depositar en las cuentas TropiPay de personas que están aquí. Con eso pueden comprar en KO Minimercado con buenas ofertas y descuentos, y eso nos cierra el ciclo, posibilitando traer más cosas.
Qué bien ser optimista en un contexto donde mucha gente piensa lo contrario y el pesimismo parece estar generalizándose.
Juan Carlos Blaín: Aunque soy y tengo un alma joven, me cuesta mucho trabajo que los jóvenes vean las cosas con optimismo. El tema de la emigración nos ha golpeado muchísimo. Recuerdo que di una conferencia en Harvard y hablaba mucho del trabajador comprometido. Es una de las cosas que nos identificaba en el tema de la Responsabilidad Social. Hoy son tiempos difíciles para tener trabajadores comprometidos. Genera mucho esfuerzo empresarial poder lograrlo. Pero, dentro de todo eso, tenemos un haz de luz porque lo estamos logrando y espero que sí, que pueda mejorar.
¿Qué ha sido lo más difícil para ti?
Juan Carlos Blaín: Difícil ha sido sostener. Tener un equipo que se pueda mantener durante tiempos como la pandemia, durante la renovación que se hizo, y ser su líder y que me siga. A la vez, me gusta, lo disfruto, porque a lo difícil le pongo más interés.
Si alguien ahora quiere hacer una empresa en Cuba, ¿qué le recomendarías?
Juan Carlos Blaín: Es difícil. Tienes que saber de muchas cosas. Hay que saber bien qué significa hacer una constitución, un registro notarial, qué cosa es el banco. No es hacer una empresa por tener el nombre de PYME. Todo tiene costos y súmale la inflación monetaria, que aumenta los precios y el usuario final es el que se afecta.
Pero se puede. Por ejemplo, he hablado en otras ocasiones de los proyectos de ecoturismo. En el campo, en una zona rural, logré incentivar el nacimiento de una MIPYME, que hay que culturizar, enseñarla desde cero. Encontramos un muchacho con tierras y capital que podía crear una empresa y creo que va a funcionar pero, claro, de a poco. Allá les ayudamos y capacitamos, porque al final nos interesa también tener buenos proveedores, la idea es trabajar junto a ellos. Como quiera, es buena la transferencia de conocimiento entre los mismos actores.
Es una carrera de ir batallando juntos, unidos, no de hacer competencia. La competencia es solamente para mejorar nuestros productos.
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