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Si realmente hay algo constante en la vida es el cambio. Nosotros mismos cambiamos conforme pasa el tiempo, no solo físicamente, sino también nuestra forma de pensar. Y también cambia nuestro entorno, las otras personas, el clima, el mercado, las empresas, etc. Por eso, si ya sabemos que las cosas pueden cambiar eventualmente, aunque no sepamos si es para mejor o para peor, lo más sensato es prepararse. Y uno de los cambios que más estrés puede generar en una persona es aquel que representa un golpe financiero en algún sentido. El desempleo, o incluso el cambio de carrera, pueden ser de esos cambios fuertes en la vida de una persona.
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¿Cómo planificar financieramente para un periodo de desempleo o cambio de carrera?
El desempleo o el cambio de carrera pueden considerarse dos escenarios en los que podemos encontrarnos fuera del mercado laboral. Esto por lo general se traduce en ausencia de ingresos y, por ende, estrés financiero. Seamos honestos, si no tenemos un fondo del que agarrarnos (y no siempre lo tenemos), podemos llegar a pasarla mal en estos periodos. No obstante, a pesar de lo desafiante financieramente que pueden ser estos periodos, también pueden asumirse como nuevas oportunidades profesionales. Sí, como lo lees, oportunidades para cambiar de aires, encontrar nuevos espacios que nos reporten mayor satisfacción, o incluso emprender aquel negocio que llevamos años postergando.
El desempleo puede ser algo que te sorprenda, o algo que voluntariamente deseas hacer por diversas razones. El cambio de carrera también puede verse así, suponiendo que te ves forzado a dejar la carrera profesional que estás realizando, o porque decides cambiar para dedicarte a algo que te atrae más. Cualquiera que sea tu caso, coincidiremos en que lo mejor es estar preparados para afrontar escenarios como estos. Pues precisamente para garantizar estabilidad financiera en estos periodos de transición y evitar situaciones límites es que realizamos este post. En esta ocasión ponemos a tu consideración una guía sobre cómo planificar económicamente para un periodo de desempleo o un cambio de carrera.
Analiza tu situación económica actual
Si está en tus manos, antes de entrar en un periodo de desempleo o cambio de carrera, lo primero es revisar cómo está tu salud financiera actual. Si por el contrario, este periodo te tomó de sorpresa, igual tienes que hacerlo. Esto implica revisar tus ingresos, gastos, ahorros, deudas y cualquier otro compromiso financiero que tengas. Esto te ayudará a tener una idea de cuál es el costo real que representa un mes para ti. Con esta información, podrás calcular aproximadamente cuánto tiempo pudieras mantenerte con tus recursos actuales, si llegaras a quedarte sin ingresos por un periodo prolongado. Asimismo, también te ayudará a determinar en qué áreas de tu rutina de vida pudieras recortar gastos innecesarios sin comprometer tu bienestar. Esto te permitirá ahorrar más a fin de contar con la posibilidad de extender ese periodo en el que pudieras necesitar subsistir sin ingresos.
Crea o fortalece tu fondo de emergencia
El fondo de emergencia es un concepto bastante conocido por todos, y que incluso aunque no le asocien ese nombre, muchos lo tienen. Y es precisamente esa previsión sana de ir ahorrando sistemáticamente para acumular algo con lo que contar ante imprevistos o situaciones de emergencia. Es lo que muchos llaman colchón financiero, que nos recuerda un poco la antigua tradición de guardar dinero bajo el colchón. Este fondo debería poder cubrirte de 3 a 6 meses de gastos básicos. Aunque si estás planeando un cambio de carrera o visualizas que estarás un tiempo prolongado fuera del trabajo, lo ideal sería extender ese colchón a 9 o 12 meses. De esta manera, podrás contar con un respaldo que te permitirá enfocarte en tus objetivos sin la presión inmediata de encontrar una nueva fuente de ingresos.
Revisa y rediseña tu presupuesto
Tu vida como la conoces se va a sacudir durante el periodo de transición, por ello, necesitas rediseñar el presupuesto para poder adaptarlo a tu nueva realidad financiera. Y este ajuste implica llevar un control exhaustivo de los gastos en los que se vaya a incurrir en ese periodo. Por ello, ten en cuenta:
Presupuesto detallado
Hacer un presupuesto detallado es el primer paso para prepararse ante un periodo de desempleo o cambio de carrera. Debes enumerar todos tus gastos, dividiéndolos en fijos y variables. Los gastos fijos son aquellos que no puedes evitar, como el alquiler, la comida, el transporte y los seguros. Los gastos variables, por otro lado, incluyen cosas que puedes ajustar, como entretenimiento o compras no esenciales. Al hacer esto, tendrás una imagen clara de cuánto dinero necesitas cada mes para cubrir tus necesidades básicas sin contratiempos. Esto te permitirá calcular cuánto debes ahorrar para mantenerte a flote durante ese periodo.
Recorte de gastos
Recortar los gastos no esenciales es otra estrategia importante durante un periodo de transición. Es recomendable que, incluso antes de que ocurra el cambio, ajustes tus hábitos de consumo. Puedes reducir o eliminar ciertos lujos, como salidas frecuentes, compras impulsivas o suscripciones que realmente no utilizas. Al disminuir estos gastos, podrás destinar más recursos a tu fondo de emergencia sin comprometer tu capacidad para cubrir los gastos esenciales. De esta manera, estarás mejor preparado para enfrentar el tiempo de incertidumbre con mayor seguridad financiera.
Estar preparado para todos los escenarios
Prever lo imprevisible es otro aspecto clave de la planificación financiera. Aunque no puedes saber con certeza qué gastos inesperados podrían surgir durante el periodo de transición, es importante incluir un margen en tu presupuesto para cubrir posibles imprevistos. Estos pueden ser desde reparaciones en el hogar hasta gastos médicos u otros incidentes inesperados. Al anticiparte a lo desconocido y destinar una parte de tu fondo de emergencia a estos posibles eventos, te aseguras de no ser tomado por sorpresa y evitar que esos imprevistos desestabilicen tu planificación.
Ahorros sólidos
Ahorrar de manera constante y fuerte es crucial, ya que el periodo de desempleo o cambio de carrera puede durar más de lo que esperas. Durante esta etapa, es fundamental que revises tus hábitos financieros y ajustes tus prioridades. Piensa en este periodo como una pausa en tus ingresos regulares, por lo que deberás reasignar tus recursos para cubrir los gastos esenciales. Automatizar tus ahorros puede ser una excelente opción para garantizar que estés acumulando fondos de manera sistemática. Además, es útil revisar tu estrategia de ahorro actual y buscar formas de aumentar las contribuciones, aunque implique sacrificar en otras áreas.
Renegociar contratos
Renegociar contratos de servicios regulares, como internet, teléfono o seguros, puede ayudarte a reducir tus costos mensuales durante el periodo de transición. También podrías renegociar el alquiler si es posible. Hablar con tus proveedores y explorar opciones de planes más económicos o descuentos temporales te permitirá bajar esos gastos fijos que tanto peso tienen en tu presupuesto mensual. Cualquier ahorro, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia y ayudarte a prolongar tu fondo de emergencia mientras estabilizas tu situación profesional.
Explora opciones de conseguir ingresos
Ya sabemos que en ese periodo de transición es muy probable que no percibas ingresos. Pero, no significa que no puedas ingeniártelas para buscar opciones que te los generen. Una alternativa viable para esto es conseguir trabajos temporales o de medio tiempo, para los que no necesariamente requieras tener experiencia previa. Piensa en las posibilidades que puedan ser mejores para ti, como el trabajo freelance, la venta de productos artesanales, las consultorías o proyectos independientes. Incluso piensa en la posibilidad de buscar fuentes de ingresos pasivos, como rentas o inversiones. También, puedes pensarte en la posibilidad de ofrecerte como voluntario en tu nuevo campo para adquirir experiencia, al tiempo que mantienes un flujo de ingresos. De cualquier manera, un trabajo temporal te proporcionará ciertos ingresos que te ayudarán a cubrir tus gastos básicos. Asimismo, te brindará flexibilidad mientras sigues buscando el empleo o la carrera de tus sueños.
Explora oportunidades de capacitación y los costos asociados al cambio
Si vas a atravesar un periodo de cambio de carrera, es muy probable que necesites capacitación o educación en esa nueva área. Porque un cambio de carrera no solo implica una inversión de tiempo, sino que también puede requerir dinero. Entonces es posible que debas pagar por cursos de actualización, certificaciones o incluso títulos académicos. En este sentido, es recomendable tomar provecho de las diversas plataformas online que ofrecen cursos gratuitos o a precios accesibles en una amplia variedad de áreas.
Por otra parte, si estas desempleado, indaga sobre programas de capacitación gratuitos en tu área, ya sea ofrecidos por el gobierno o por ONGs. Invertir en tu educación durante este tiempo puede abrirte puertas hacia nuevas y mejores oportunidades laborales, que incluso puede que ni te hayas imaginado. La idea es que continues trabajando en mejorar tus habilidades de forma inteligente, aprovechando los recursos y herramientas disponibles para la educación continua y la actualización profesional. Por ello, presta atención a:
- Cursos y certificaciones. Investiga las opciones educativas necesarias para tu nueva carrera. Aunque existan cursos gratuitos o de bajo costo en diversas plataformas, puede que tu nueva carrera requiera títulos más formales. Si ese es tu caso, prepárate para el gasto.
- Herramientas o equipo. En algunas carreras puede ser necesario adquirir equipo específico o software. Asegúrate de considerar este tipo de gastos en tu presupuesto.
- Reducción temporal de salario. Si la nueva carrera implica empezar desde una posición inicial o con salarios más bajos que en tu trabajo actual, toma en cuenta cómo manejarás esta reducción. Esto puede ser temporal, pero es importante estar preparado.
Diseña un plan para gestionar tus deudas
Las deudas son un lastre que te seguirán siempre a donde quiera que te muevas. Ignorar su existencia no hace que desaparezcan, sino más bien las empeora, pues los intereses siguen acumulándose y aumentando. Por ello, si tienes deudas, prioriza el pago de aquellas con los intereses más altos. Durante tu tiempo fuera del trabajo, lo ideal sería minimizar la carga de deudas para evitar que se acumulen y se conviertan en una fuente de estrés. Si fuera posible, considera también la posibilidad de consolidar deudas o negociar con acreedores tasas de intereses más bajas si es preciso.
Estudia y analiza tus beneficios laborales
Si todavía estrás trabajando y prevés un despido o un cambio de carrera, es vital que revises los beneficios laborales que pudieras tener derecho a recibir. Muchos empleadores tienen esto entre sus políticas laborales, y si aplicas puede que obtengas un beneficio que bien te viene con vistas a ese periodo de transición que se avecina. En este sentido, indaga sobre:
- Indemnización. Si la empresa ofrece un paquete de indemnización, asegúrate de comprender todos los detalles, incluidos los impuestos que puedan aplicar.
- Seguros. En muchos países, perder el empleo se revierte en pérdida de seguros, como el seguro médico proporcionado por el empleador. Averigua qué se puede hacer al respecto, si puedes continuar con el plan actual o si es más conveniente buscar una póliza independiente.
- Vacaciones acumuladas o bonos. Es probable que cuando te quedes desempleado tengas días no disfrutados aún de vacaciones acumuladas, o bonos no cobrados. Algunas empresas pagan esos días de vacaciones no utilizados, así como los bonos pendientes. Esa entrada de dinero extra, aunque sea pequeña, puede serte útil mientras te estabilizas financieramente.
- Capacitación. Algunos empleadores ofrecen programas de formación profesional o reembolso de matrícula. Si estás en ese caso, intenta provechar estos recursos mientras aún estás empleado. Esto puede reducir significativamente el costo de capacitarte para tu nueva carrera.
Analiza tu necesidad de financiamiento
La incertidumbre es algo que puede ser muy estresante, pero si comienzas a prever tus pasos con antelación y a prepararte, puedes reducirla. En este sentido, considera si precisarás financiamiento para tus próximos pasos con respecto al cambio de carrera o al periodo de desempleo. De ser así, valora las opciones de financiamiento disponibles que tengas a tu alcance, y que puedan servirte para financiar tu cambio de carrera o incluso para emprender. Investiga opciones de préstamos estudiantiles, subvenciones, becas, y hasta las posibilidades de inversionistas. Eso sí, antes de comprometerte con cualquier tipo de financiamiento, asegúrate de comprender bien bajo qué condiciones los estás asumiendo.
Cualquiera que sea el escenario al que te enfrentes, deberás mantener una actitud positiva y flexible. A pesar de que las cosas puedan ponerse feas, necesitas adaptarte a las nuevas condiciones y salir adelante. Para ello, sé proactivo, no dejes que las cosas te sorprendan y prepárate de antemano para asegurar un mínimo de defensa en esta envestida. Estar preparado es el paso más saludable para afrontar los desafíos.
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