Tendencias de las remesas en 2025 para América Latina y el Caribe

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Más que un motor económico, las remesas son un salvavidas en muchas economías locales, representando una fracción considerable del PIB en algunos países. Este flujo de recursos no solo impacta a los hogares, sino que dinamiza sectores enteros, desde el comercio hasta los servicios financieros. Sin embargo, el panorama para 2025 trae nuevos retos y oportunidades para las remesas. Las condiciones económicas globales están cambiando, y con ellas, la forma en que estas transferencias moldean el futuro económico de nuestra región. Acompáñanos a explorar qué esperar y cómo estas tendencias están redefiniendo las dinámicas de las remesas.

Datos clave y proyecciones globales

En los últimos años, a raíz de la pandemia de Covid19, el crecimiento de las remesas ha sido impresionante. A pesar de las crisis globales, las cifras han marcado récords históricos, impulsadas por el esfuerzo incansable de quienes trabajan fuera de sus países. Sin embargo, luego de un crecimiento acelerado desde el 2020, el 2023 marcó una desaceleración en las remesas a nivel mundial, con un crecimiento de solo el 0,7%. Un porcentaje significativamente inferior al 10,8 % y el 8,3 % registrados en 2021 y 2022.

No obstante, a nivel regional, Latinoamérica fue la región de mayor crecimiento con un 7,7% en 2023. Además, se estima que la región recibió más de 161 mil millones de dólares en remesas en 2024, aumentando un 5% en comparación con 2023.

Tendencias de las remesas en 2025 para América Latina y el Caribe
Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo – Las remesas a América Latina y el Caribe en 2024

Para 2025, las remesas seguirán siendo una de las principales fuentes de ingresos en muchos países de América Latina. Según proyecciones del Banco Mundial, el crecimiento global de estos flujos será más moderado, con un incremento estimado del 1.6%.

Tendencias de las remesas en 2025 para América Latina y el Caribe
Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo – Las remesas a América Latina y el Caribe en 2024

Aunque este crecimiento más lento puede parecer un retroceso, en realidad refleja un cambio en las dinámicas globales. Factores como la inflación, las políticas migratorias y los costos de vida en países emisores de remesas están influyendo directamente en cuánto dinero llega a los hogares en América Latina.

Principales receptores de remesas en América Latina

  • México, el líder regional: Con aproximadamente 66 mil millones de dólares recibidos en 2024, México sigue ocupando el primer lugar en la región. Esto no solo se debe al tamaño de su población migrante en Estados Unidos, sino también a los avances en la digitalización de las remesas, que facilitan envíos rápidos y seguros. Las remesas representan una fuente clave de ingreso para millones de familias mexicanas y son un motor para pequeñas economías locales.
  • Guatemala y El Salvador: Alta dependencia del PIB en Centroamérica. En países como Guatemala y El Salvador, las remesas no son un simple complemento, sino un pilar económico. En Guatemala, estas transferencias representan casi el 20% del PIB, mientras que en El Salvador la cifra se eleva al 24%. Estos flujos monetarios son esenciales para garantizar la estabilidad financiera de muchas familias, particularmente en zonas rurales, donde las oportunidades económicas locales son más limitadas.
Fuente: BBVA Research — México | Remesas crecen 10.6%, ¿enfrentarán riesgos para 2025?
  • República Dominicana y Colombia: Incrementos destacados y su impacto en la economía local: República Dominicana ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años, alcanzando cifras cercanas a los 11 000 millones de dólares en remesas. Este ingreso ha jugado un papel crucial en sectores como el comercio y la vivienda. Por su parte, Colombia también se posiciona como uno de los principales receptores, con un impacto significativo en la mejora de las condiciones de vida en regiones específicas del país.

Factores que impactarán las tendencias de remesas en 2025

Las remesas están profundamente influenciadas por el contexto global y los cambios tecnológicos. Este 2025, los flujos de dinero que sostienen a millones de familias en América Latina no son inmunes a las transformaciones que el mundo enfrenta. Veamos qué elementos marcarán la diferencia.

Desaceleración económica global

La economía global atraviesa un periodo de incertidumbre. Factores como la inflación, el aumento en los costos de vida y la volatilidad en los mercados laborales de países emisores de remesas están afectando directamente a los migrantes. Con menos poder adquisitivo, muchos deben ajustar cuánto envían a sus familias. Aunque el crecimiento de las remesas sigue en terreno positivo, se espera que sea más lento en comparación con años anteriores.

Políticas migratorias en EE. UU. y Europa

Las políticas migratorias juegan un papel crucial en el envío de remesas en 2025. En Estados Unidos y Europa, el endurecimiento de las regulaciones para migrantes podría dificultar la estabilidad económica de quienes trabajan en estos países. Restricciones en permisos de trabajo, controles fronterizos más estrictos y debates políticos sobre el acceso de los migrantes a servicios básicos son algunos de los desafíos que impactarán la capacidad de enviar dinero.

Por otro lado, iniciativas que favorezcan la regularización migratoria o faciliten el acceso a empleos formales podrían tener un efecto positivo, aumentando el flujo de remesas hacia América Latina.

Avances en tecnología financiera y plataformas de envío de remesas

La tecnología financiera está transformando las remesas de manera irreversible. Donde antes los envíos requerían largas filas, altas comisiones y tiempos de espera impredecibles, hoy las plataformas digitales han simplificado el proceso, haciéndolo más accesible y eficiente. Este cambio no solo representa un avance en la experiencia del usuario, sino también una oportunidad para que más personas puedan beneficiarse de estos flujos económicos esenciales.

Además, la adopción de criptomonedas y billeteras digitales en algunos países ofrece una alternativa para aquellos que enfrentan restricciones bancarias tradicionales. La expansión de estas soluciones continuará transformando el panorama de las remesas, facilitando que más personas puedan enviar dinero de forma rápida y económica, sin importar las barreras geográficas o políticas.

Rol de las remesas en el desarrollo regional

Las remesas no solo son una fuente de ingreso, son un motor que impulsa cambios en las comunidades receptoras. Más allá de los números, están directamente relacionadas con la mejora de las condiciones de vida, la estabilidad económica y el desarrollo social en América Latina.

Contribución a la reducción de la pobreza y desigualdad

Para millones de familias en la región, las remesas representan una oportunidad de salir adelante en un contexto donde las oportunidades económicas locales suelen ser limitadas. Este ingreso adicional permite cubrir necesidades básicas como alimentación, salud y educación, reduciendo la brecha de desigualdad que afecta principalmente a las zonas rurales y las poblaciones más vulnerables.

En muchos países, las remesas actúan como un amortiguador frente a las crisis económicas. Cuando las economías locales enfrentan desaceleraciones o altos niveles de desempleo, los flujos de dinero enviados por migrantes se convierten en una red de seguridad esencial para miles de hogares.

Importancia para la estabilidad económica de las familias receptoras

Las remesas no solo alivian las carencias inmediatas, sino que también ofrecen estabilidad a largo plazo. Para muchas familias, estos ingresos constantes son la única fuente confiable de dinero, lo que les permite planificar gastos, ahorrar para emergencias y, en algunos casos, invertir en pequeños negocios que generan empleo local.

Además, en países donde la inflación o la devaluación de la moneda son recurrentes, las remesas enviadas en dólares u otras monedas fuertes protegen a las familias receptoras del impacto de la inestabilidad económica.

Casos de dependencia económica crítica (Centroamérica)

En países como Guatemala, El Salvador y Honduras, la dependencia de las remesas es significativa. Estos ingresos representan una fracción considerable del PIB nacional, llegando a alcanzar hasta el 24% en algunos casos. Esta dependencia evidencia tanto la importancia de las remesas como su carácter estructural dentro de estas economías. En estos países, las remesas son esenciales para sostener el consumo interno. Sin ellas, muchas familias enfrentarían graves dificultades económicas, y sectores como el comercio y los servicios sufrirían una desaceleración importante.

Sin embargo, esta dependencia también tiene sus riesgos, ya que cualquier cambio en las dinámicas migratorias o económicas en los países emisores podría tener un impacto devastador en la región. Es un recordatorio de la necesidad de diversificar las economías locales y generar oportunidades que reduzcan esta vulnerabilidad.

Concluyendo

El 2025 será un año de desafíos, pero también de oportunidades para quienes dependen de las remesas. La combinación de factores económicos, políticos y tecnológicos definirá cómo se mantendrán estos flujos vitales en movimiento. Afortunadamente, las oportunidades que ofrece la tecnología financiera están marcando la diferencia. Plataformas digitales no solo hacen que las transferencias sean más rápidas y económicas, sino que también están impulsando un ecosistema más inclusivo y transparente.

El llamado es claro: tanto quienes envían como quienes reciben remesas deben aprovechar estas herramientas tecnológicas para maximizar los beneficios de cada transferencia. A medida que la tecnología sigue avanzando, el futuro de las remesas se presenta lleno de posibilidades para conectar a las personas, reducir barreras y transformar vidas en toda la región.