remesas en pandemia

Remesas en pandemia y pronósticos

Pandemia, economía, crisis; una triada que mucho ha dado de qué hablar últimamente, y que no parece despedirse en el futuro inmediato. La pandemia ha impactado de manera particular en todas las esferas de la vida, incluyendo el aspecto individual y colectivo. En esta oportunidad hemos querido indagar la repercusión que ha tenido sobre las remesas, rubro importante de las economías a nivel mundial. Por esta razón, el comportamiento de las mismas y su perspectiva futura no podrán entenderse desligadas de esta nueva realidad.

El 2020 y las remesas

El gradual incremento de envíos de remesas a nivel mundial durante los últimos años hacía pensar que así se comportaría en lo adelante. Por más disímiles que fueran los eventos imaginables que pudieran provocar una crisis, la pandemia nos ha sorprendido a todos. Sin embargo, aquello con lo que no se contaba, llegó, y rápidamente se posicionó en todos los titulares. Los efectos, en términos de remesas, no se hicieron esperar.

Según un informe sobre migración y desarrollo del Banco Mundial, el flujo de remesas hacia países de bajos y medianos ingresos en 2020 sufrirá una caída aproximada del 7 %. De acuerdo con dichas estadísticas, se prevé que Europa, junto con Asia oriental, sean las regiones más afectadas. En ellas la caída estimada será del 16 % y el 11 % respectivamente. En el caso de Europa, destaca España como el país más azotado por la crisis devenida de esta situación.

Además de la propia pandemia en sí, algunos factores sobresalen como posibles influencias en esta disminución del flujo de remesas. Entre otros: el insuficiente crecimiento económico de los países receptores de migrantes, y los bajos niveles de empleos. Igualmente, influyen la fragilidad de los precios del petróleo y la depreciación de las monedas de los países de origen de las remesas, con respecto al dólar estadounidense. Por su parte, se vaticina que este año ocurra una disminución de los migrantes internacionales. Esto se atribuye al lento movimiento de la nueva migración y los crecientes aumentos de la migración de retorno a sus orígenes.

América Latina y el Caribe

Aunque pudiera pensarse en los escenarios más catastróficos ante este panorama, la realidad no lo ha sido al extremo. En la región de América Latina y el Caribe se constató una disminución del flujo de remesas aproximada del 0.2 % en comparación con la del 2019. El período más crítico durante la cuarentena lo constituyeron los meses de marzo a mayo, destacando el mes de abril. Sin embargo, aunque inicialmente ocurrió una disminución de estos flujos durante la pandemia, las remesas se recuperaron tan rápidamente. Tanto es así, que en algunos países se reportaron récords de entradas de remesas durante la pandemia; por ejemplo, México, Colombia, República Dominicana, entre otros.

¿Por qué?

Sería lógico preguntarnos ¿cómo es posible que esto haya acontecido durante la pandemia? Pues bien, las respuestas brindadas por los analistas se basan en las condiciones de los países emisores de las remesas. Recordemos que Estados Unidos es el principal emisor de remesas hacia la región. Teniendo en cuenta esto, los migrantes allí asentados suelen emplearse en sectores esenciales para la economía, por lo cual se entiende que no sufrieron una pérdida de empleo tan fuerte. Esto permitió que pudieran seguir enviando remesas a sus familiares, respaldando estas cifras positivas. A esto se le suma la idea de la incertidumbre que se vivía por las futuras elecciones en ese país, lo que incitó a los migrantes a priorizar la mayor cantidad de envíos. Asimismo, se hace referencia también a los pagos como ayuda por la Covid-19 recibidos por muchos migrantes documentados; un impulso sin duda para sus ingresos.

En este sentido, el caso de México es muy interesante. A pesar de los perjuicios ocasionados por la pandemia, se estima que para el cierre de este año, el flujo de remesas habrá alcanzado un monto de 39.500 millones de dólares; esto equivale a un crecimiento del 8.4 % con respecto al año anterior. Por esto es que México ha logrado posicionarse como el tercer país en el mundo que más remesas recibe. Logró desplazar a Filipinas que por mucho tiempo ocupó ese puesto y es superado solamente por India y China.

Pronósticos para el 2021

A pesar de que la situación respecto al flujo de remesas pareciera ir mejorando en algunos casos, en otros los pronósticos no son tan halagüeños. En el mismo reporte sobre migración y desarrollo emitido por el Banco Mundial se vaticina una caída de las remesas para el 2021 en un 14 % con respecto a los reportes de 2019. Para los países de bajos y medianos ingresos se prevé una disminución del 7.5 % de estos flujos.

Estimando un crecimiento de su economía para el cierre de este año y para el 2021, muchos análisis posicionan a China como el país que saldrá mejor de esta pandemia. Contrariamente, España aparece entre los países del Primer Mundo que sufrirá la mayor contracción de su economía. Sin duda alguna, sobreponerse a la crisis dependerá, en gran medida, de las decisiones que se tomen y de las estructuras económicas de cada país. Aquellos países cuyos mayores ingresos provengan de actividades como el turismo, se verán más afectados; en tal caso pudiera estar el Caribe.

En 2019, el flujo de remesas alcanzó máximos históricos, incluso por encima de la inversión extranjera directa y las ayudas para el desarrollo. Los pronósticos se inclinan a afirmar que la diferencia entre el flujo de remesas y la inversión extranjera directa tenderá a aumentar. Esta idea se sustenta por el hecho de que se espera que la inversión extranjera directa sufra una disminución muy acentuada.

Si bien las distintas economías van sorteando sus dificultades, la pandemia ha venido a redibujar el escenario ya de por sí complicado. Enfocarse en la contención de la misma y la disminución de los contagios se torna en una necesidad imperiosa. Esto, si no se quiere recaer en las mismas condiciones sufridas en este año que provoquen el retroceso de lo avanzado.