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La palabra “impuesto” es de esas que nos hace entornar los ojos tan solo escucharla. Y es que aunque no queramos, todos debemos, de una manera u otra, pagar impuestos. Y si clasifica como un deber y también una obligación como ciudadano, la mejor estrategia es hacer las paces con nuestros tributos. Sin embargo, nadie ha dijo que fuera imposible minimizar tus impuestos.
De hecho, ya Robert Kiyosaki en su libro Padre Rico Padre Pobre alerta que los estadounidenses promedio trabajan entre cuatro y cinco meses para el gobierno; es decir, sólo para pagar sus impuestos. Esta realidad nos demuestra una vez la importancia de adquirir inteligencia financiera y la disciplina. Relativo a los impuestos, esto significa ser capaz de llevar un registro detallado de todo lo que debemos abonar por distintos conceptos y cumplirlos en tiempo y forma.
Tabla de contenidos
Planificación fiscal
Una buena manera de no pasar sustos en lo que a impuestos respecta, es realizar una buena planificación fiscal. Esta incluye todos aquellos instrumentos y herramientas que se encuentran dentro del marco legal tributario y que se ponen a nuestra disposición para evitar posibles riesgos fiscales. Esta resulta una estrategia efectiva para minimizar impuestos. Sí, tal como lo lees, sí es posible minimizar impuestos, y la planificación fiscal es excelente para ello.
Dicha planificación es capaz de evaluar la influencia de los impuestos en cada caso, así sea un particular, una mipyme o una empresa de mayores dimensiones. Además, nos ayuda a seleccionar la alternativa más adecuada para minimizar el impacto de los impuestos en nuestros resultados finales. Igualmente, es capaz de indicar el momento oportuno para realizar su pago, pues no siempre somos conscientes de ello y a veces incluso lo olvidamos.
Minimizar impuestos ≠ evadir impuestos
Es importante que tengas presente que minimizar impuestos no es lo mismo que evadirlos. La evasión fiscal se encuentra fuera del marco legal y, por ende, clasifica como un delito. Esto es una cosa seria que, además de afectarte económicamente con la imposición de sanciones, puede llevarte incluso a la cárcel. Así que jamás cometas la imprudencia de evadir tus impuestos para intentar pagar menos. Una planificación fiscal adecuada trabaja en base al cumplimiento de los objetivos de la empresa y establece un plan fiscal que puede lograr disminuir los impuestos a pagar.
Acciones posibles para minimizar tus impuestos
Antes de comentar las distintas opciones existentes que contribuyen a ayudarte a minimizar tus impuestos, es importante que tengas presente lo siguiente. Y es que si bien estas acciones pueden estar disponibles en muchos sitios, puede que no sean aplicables en todos los países por igual. Por eso, es importante que investigues si están disponibles en tu región para que tengas claridad al respecto. En tu investigación, puede que te encuentres incluso algunas otras igual de útiles para minimizar tus impuestos. En cualquier caso, contratar a un profesional de esta rama, como puede ser un asesor fiscal, puede ser una estrategia que te beneficie. Al mismo tiempo, puede incluso que coincidan algunas de estas opciones en distintos países; sin embargo, pueden diferir en el porcentaje de descuento que se deduce de los impuestos. Ten claridad con esto también.
Para minimizar tus impuestos existe toda una serie de acciones que están disponibles en las propias leyes y resoluciones fiscales. Lo que sucede es que muchas veces no las leemos y, por ende, no las conocemos. Al no saber de ellas, entonces no podemos beneficiarnos. Por ello, en este post ponemos a tu consideración algunas de las más universales y en las que seguramente no habías reparado desde este punto de vista.
Deducciones
Las deducciones constituyen gastos hechos por ti mismo que se pueden descontar de tu declaración de impuestos. Esto contribuye a minimizar el saldo final que tienes que pagar por este concepto, pero por supuesto, tienen que estar debidamente justificados y amparados por la ley. A continuación te comentamos solo algunas de estas deducciones.
Inversiones y gastos
No se trata de gastar en cosas superfluas e innecesarias tan solo para buscar alguna deducción de nuestros impuestos. Pues con esto no estaremos realmente contribuyendo a la rentabilidad. La idea es que si realizando inversiones que clasifiquen para deducir impuestos contribuimos también al beneficio de nuestro negocio, estaremos ganando por partida doble. Algunas de las inversiones que podemos hacer en este sentido serían:
Equipamiento para nuestro negocio.
Todos aquellos equipos y maquinarias que contribuyan al funcionamiento de nuestro negocio pueden clasificar aquí. Estaríamos hablando de una inversión en todos esos bienes que son necesarios para nuestro negocio y cuya adquisición, además de beneficiarlo, nos permitiría reducir el gravamen de nuestros impuestos. Ejemplos de estos equipos pueden ser las computadoras, mobiliario, máquinas de fabricación de productos, vehículos, incluso los relacionados con las instalaciones de ventilación, iluminación y seguridad del local.
Software.
Aunque parezca increíble, la inversión en sistemas para la operación eficiente de los negocios es deducible de los impuestos. Hoy en día, sin importar el tamaño del negocio o empresa, es muy común el empleo de herramientas computacionales para su manejo. Como el desarrollo tecnológico ha llegado para ayudar a optimizar los negocios, pues es una excelente noticia que la inversión en estos sistemas también nos ayude a disminuir nuestros impuestos. No olvides verificar cómo funciona en tu país.
Reparaciones y mantenimiento.
Cuando realizamos reparaciones en nuestras instalaciones de trabajo, como pueden ser: el arreglo del servicio sanitario, la instalación eléctrica en alguna zona, o incluso el cambio de pintura de las paredes de algún local, pueden beneficiarnos doblemente. Además de solucionar un problema dentro de nuestra empresa, los honorarios pagados a los que hacen el servicio también pueden ser deducidos de nuestros impuestos. Para ello, asegúrate de que los proveedores del servicio te puedan entregar una factura electrónica que incluya todos los requisitos fiscales aplicables.
Investigación, desarrollo, innovación y formación.
La inversión en la superación profesional, los cursos de formación en temas que contribuyan a la actividad que realiza la empresa, los procesos investigativos y la innovación, puede beneficiarse también de deducciones fiscales. En muchos casos, también se deduce aquello que clasifica dentro de los gastos por concepto de I+D+I.
Seguros corporativos y médicos.
Aquí se incluyen los seguros sobre los equipos y maquinarias que utiliza la empresa para cumplir sus funciones. Además, sobre las instalaciones, vehículos, e incluso los seguros contra accidentes laborales. Igualmente, los seguros de gastos médicos que otorga tu empresa tanto a los socios como al personal pueden entrar aquí. Siempre infórmate bien con tu asesor fiscal respecto al beneficio real que esto puede traerte con respecto al pago de tus impuestos.
Arrendamiento.
A veces no tenemos que comprar un equipo o vehículo que necesitamos en alguna fase de nuestro proceso productivo. En lugar de eso, rentarlo y pagar una mensualidad puede ser una alternativa más recomendable que desembolsar un gran monto al contado para su compra. Si bien a veces el arrendamiento no es precisamente más barato, sí puede ser la mejor opción para tu negocio. Supongamos que necesitas de un transporte de carga pesada una vez al mes para trasladar tu producción. En lugar de comprar el vehículo e ingeniártelas para su estacionamiento y abastecimiento diario, perfectamente puedes rentarlo. Este gasto es deducible de tus impuestos, como también lo son algunos otros asociados, como el mantenimiento, combustible, seguros, etc.
Amortizaciones en gastos de escaso valor.
Algunos equipos que adquirimos para nuestro negocio no siempre poseen un precio alto. En este sentido, pueden llegar a amortizarse en el mismo año en que fueron comprados, y así evitamos llevar el proceso de amortización año tras año.
Inversión en empresas de nueva creación.
La inversión en empresas de nueva creación también es una opción disponible en algunos países que puede ayudar a deducir tus impuestos. Esto es lo que se conoce como Inversores ángeles. En dependencia de lo que establezcan las leyes de cada región, para beneficiarse de esta deducción, la inversión debe sostenerse por lo menos 3 años.
Gastos en representación y publicidad.
Aunque nunca lo hayas pensado, en algunas regiones los gastos por representación y publicidad sí son deducibles. Aquí entran desde el letrero maravilloso que colgamos en la puerta para señalar nuestro lugar, las muestras que obsequiamos de nuestro producto, hasta aquellos regalos vinculados a la promoción de nuestro negocio; en otras palabras, todo lo relacionado con el merchandising. Por supuesto, todo esto tiene un límite, que debe ser verificado en las leyes propias de cada país.
Donaciones
Las donaciones son aportes que uno hace de manera voluntaria para apoyar determinada causa. Tienen como fin favorecer en alguna medida a determinada población vulnerable. Estas donaciones pueden ser tanto en dinero como es especie. Para aprovechar el beneficio tributario que conceden las donaciones, recuerda solicitar a la entidad destinataria una certificación que acredite dicha donación. En algunos países se exige a las empresas que, para que puedan disfrutar de este beneficio, deben realizar las donaciones a organizaciones sin fines de lucro u ONG (Organización No Gubernamental). Para mayores detalles, siempre confirma en tu región qué está establecido al respecto.
Pensiones voluntarias
Recordemos que las pensiones son aquel monto de dinero que recibe toda persona al terminar su vida laboral, por el tiempo trabajado de acuerdo a lo que estipula la ley. Con este, puede contar con una mínima garantía económica en ese periodo de la vida en el que ya no trabaja y, por ende, no recibe un salario. Mientras trabajamos, uno de los impuestos que pagamos es precisamente el que asegurará que una vez que nos retiremos, podamos recibir una pensión mensual.
Este impuesto suele ser obligatorio y va dirigido al fondo de pensiones. Bajo esta idea, las pensiones voluntarias son entonces un pago adicional que realiza una persona como complemento a su pensión obligatoria. Esto permite que al retirarse uno cuente con una pensión mayor que garantice una mejor calidad de vida, o pueda incluso jubilarse mucho antes. Las pensiones voluntarias también clasifican en algunas regiones como deducibles de los impuestos a pagar.
Asumir a personas dependientes
Entendamos por dependiente a aquellas personas que reúnen ciertas características amparadas por la ley que las hace necesariamente dependientes de otra persona. Esa dependencia puede ser en términos económicos, de cuidados, etc. Ejemplo de estas personas se encuentran los hijos menores de edad, las personas con alguna cuestión de salud tanto física como psicológica, cónyuge o familiares con ingresos menores, entre otros. En tal sentido, cuando alguien asume a una persona dependiente, significa que se responsabiliza de proveerle lo que necesita. Por tanto, estará dedicando algún porciento de sus ingresos a esa persona. Esta acción también se deduce de los impuestos.
Exenciones
Las exenciones son elementos fiscales que están libre del pago de impuestos. Están establecidos por la ley del país, e implica la exclusión del pago de impuesto por ese concepto, que de no existir la exención sí lo pagaría. Las exenciones se basan en la equidad y se establecen para beneficiar al contribuyente, pretendiendo que cada persona aporte según sus beneficios. Las exenciones pueden ser temporales, pero todo depende del impuesto sobre el que recaiga la exención.
Adscripción a regímenes especiales y beneficios fiscales
Empresas pequeñas, cuyo capital efectivo sea un monto inferior a una cifra establecida como mínima por las leyes del país en que se encuentre, es probable que pueda recibir un tratamiento diferenciado. En muchos países existe la posibilidad de acogerse a regímenes fiscales especiales de acuerdo al estadio de formación en que se encuentre la empresa, al monto de ingresos anuales que genere, las potencialidades de crecimiento real, u otra condicionante que así lo permita. Así, dicha empresa no se verá obligada a pagar todos los impuestos obligatorios. Por el contrario, los regímenes especiales establecen por lo general un pago fiscal simplificado.
Reducir ingresos
Sí, puede parecer loco, sobre todo cuando lo que buscamos es precisamente que nuestro negocio haga lo contrario, o sea, aumentar los ingresos. Pero aquí se realizaría a modo de estrategia que te permita demorar el cobro de una factura, para evitar tener que pagar impuestos por ella en ese momento. Pongámonos en situación: imagina que debes realizar tu pago de impuestos trimestral, pero resulta que necesitas en este momento emplear más dinero de lo que calculaste para realizar una inversión determinada.
Pues si quieres hacer que ese pago de impuestos trimestral no sea tan alto como para que te limite hacer la inversión que deseas, la solución es precisamente aplazar o demorar la facturación de tus clientes. Así, dicha facturación no se incluye en los impuestos de este trimestre, sino en el próximo, y no se ve afectada tu necesidad de inversión. No pierdes ingresos, los sigues ganando, solo que aplazas su recepción.
Asegura el comprobante en todos tus gastos
TODOS, todos tus gastos deben estar acompañados de sus respectivos comprobantes. Esa es la única manera de que puedan deducirse de tus impuestos. De lo contrario, te quedarás sin la posibilidad de tener más beneficios para compensar tus impuestos.
Bienes y servicios con estímulos fiscales
Cuando vayas a adquirir bienes o servicios, verifica si poseen la posibilidad de acceder a estímulos fiscales. De poseerlos, no dejes de aprovecharlos de primera mano. Algunos de estos bienes y servicios con estímulos fiscales son la adquisición de combustibles sustentables, o incluso la contratación de personal de la tercera edad o con alguna discapacidad, entre otros.
Paga siempre en tiempo
No te atrases en el pago de tus impuestos, eso nunca es saludable. Si te atrasas, lo que ahorraste aplicando algunas de estas estrategias terminarás perdiéndolo al tener que pagar aún más por multas y recargos por mora. De hecho, casi siempre se implementan medidas que benefician al contribuyente con algún tipo de descuento cuando hace sus pagos adelantados o en un periodo de tiempo especial. Aprovecha esas ventanas de tiempo que también te ayudan a minimizar tus impuestos.
Procesos que no tributan
También existen otras situaciones en las que no tenemos que pagar impuestos por prestaciones recibidas. En muchos de los casos las desconocemos y, por ende, pagamos por ellas cuando podríamos ahorrarnos ese dinero. De hecho, si te ha sucedido, consulta con tu asesor fiscal qué dicta la ley sobre esto en el país en que te encuentras. De existir, averigua también la posibilidad de reembolsar ese pago indebido que hiciste. Entre estas situaciones se pueden citar:
- Las prestaciones recibidas por la maternidad o paternidad.
- Las indemnizaciones por el despido.
- Las retribuciones que te hace tu empresa en especie.
Nos parece necesario reiterar que minimizar tus impuestos no es lo mismo que evadirlos. La evasión fiscal puede derivar en graves consecuencias. Por otro lado, si conoces de alguna otra forma para minimizar la carga impositiva, déjala en comentarios. Puede resultarle útil a los muchos emprendedores que siguen nuestro blog. Asimismo, si tienes amigos emprendedores puedes compartirle este artículo.
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